El 16º Congreso Internacional de Transporte (16CIT) arrancó con diversas mesas de análisis que expusieron los nuevos retos para transformar el transporte público a uno sustentable, financiable, eficiente, seguro, multimodal y limpio.
Jesús Padilla, fundador y presidente honorario de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), lamentó que en los últimos 13 años no se hayan logrado las inversiones necesarias ni la voluntad política para transformar el transporte público en el país.
“Hay repercusiones de la movilidad deficiente: la congestión (vial) cuesta más de 100 mil millones de pesos al año. Desde el 2012 a la fecha perdemos media hora más en tránsito diario, lo que implica que se invierten 7.5 millones de horas adicionales cada día en transporte. Esto equivale a más de 2 mil 300 millones de horas-hombre al año”, señaló.
Padilla Zenteno, también presidente de CISA, la empresa que opera el Metrobús y otros corredores de transporte, exhortó a autoridades, proveedores, consultores, académicos y transportistas a trabajar de manera conjunta para llegar a un acuerdo nacional que permita una movilidad urbana eficiente.
Parte fundamental de ese objetivo, señaló, es exigir que el transporte pública tenga recursos etiquetados en los diferentes niveles de gobierno y actuar con urgencia.
“También será clave la renovación de la flota con nuevas fuentes de energía, tecnología, manejo de datos, cuidado del impacto ambiental y ordenamiento del espacio público”, añadió.
Transporte dinámico
Por otra parte, la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM) y los secretarios del ramo del Estado de México, San Luis Potosí y Jalisco, coincidieron en que el transporte público es dinámico y en constante evolución.
Por ello, indicaron que los gobiernos deben impulsar proyectos de movilidad bien planificados y asignarles subsidios permanentes, sin sesgos partidistas.
Al analizar los retos y oportunidades de la Agenda 2030 en materia de seguridad, Ricardo Serrano, titular de la AMAM destacó la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial (Enamov).
Este documento define las bases de desarrollo sobre financiamiento, profesionalización integral del servicio, modernización de la flota, y eficiencia sustentable, entre otros temas.
Sin embargo, advirtió que este marco normativo debe evolucionar para incorporar las nuevas tendencias de la micro movilidad que están restando usuarios al transporte público tradicional poniendo en riesgo a las empresas transportistas.
Lento avance en electromovilidad
En el tema Electromovilidad, más allá de los buses, Gustavo Jiménez, CEO de E-mobilitas, destacó en el 16CIT que en México existen 835 autobuses eléctricos de los cuales solo 335 son de batería; el resto son trolebuses.
Esa cantidad ronda apenas el 1% de los más de 500 mil autobuses y camionetas de combustibles fósiles que operan el transporte público en el país.
Jiménez dijo que en México hay alrededor de 15 marcas que comercializan autobuses eléctricos, y la industria se ha preparado con baterías, servicios de mantenimiento, profesionalización, y una red energética funcional aunque con necesidad de mejoras.
“El principal obstáculo para avanzar en la electrificación de la flota es la falta de proyectos financieros viables y de empresas de transporte debidamente formalizadas. Aunque no lo crean, hay mucho dinero disponible para impulsar la electromovilidad. Más de 20 instituciones financieras respaldan proyectos bien estructurados”, subrayó.
Muestra tecnológica
El 16CIT fue enmarcado con una exhibición de las principales armadoras en México como Mercedes-Benz, Volkswagen, Volvo y DINA en alianza con MegaFlux.
Además de las marcas chinas Yutong, Zhongtong, Sunwin y BYD con tractocamiones y vehículos ligeros.
