Como parte de los esfuerzos de Singapur para incorporar vehículos autónomos (AV) para mejorar su sistema de transporte público, la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur (NTU Singapur) se asoció con el Grupo Volvo para lograr esa meta.
Actualmente, el 67% de los viajes durante las horas pico se realizan en el transporte público, y el objetivo es aumentar este porcentaje al 75% para 2030.
El siguiente paso es demostrar cómo operan los autobuses y realizar más investigaciones, junto con NTU, sobre cómo preparar los autobuses para su uso en carreteras públicas y que sean seguros.
Las pruebas se realizan en una pista cerrada de pruebas, que es del tamaño de dos campos de futbol y tiene escenarios que simulan edificios. El escenario es tan real que, incluso, las tormentas de lluvia tropical se simularán, entre otras cosas, para imitar las condiciones en las que tendrán que operar los autobuses eléctricos autónomos.
Además de los dos autobuses, Volvo también ha suministrado una plataforma autónoma que se desarrollará in situ. Los autobuses no solo tendrán que operar de manera autónoma, sino que también deberán poder viajar a un depósito y recargar sus baterías de manera independiente.
En Singapur los autobuses deben ser totalmente autónomos. No deben confiar en la infraestructura de la carretera como soporte, sino que deben poder leer las señales de tráfico de forma independiente, por ejemplo, explicó Joakim Jonsson, quien opera las pruebas.