Consejos de Mercedes-Benz para incrementar la rentabilidad

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Uno de los factores clave para lograr una labor rentable es el conocimiento del Costo Total de Operación (TCO, por sus siglas en inglés) al adquirir una unidad, pues no hay que pensar únicamente en el costo inicial ya que a lo largo de la vida útil se requiere inversión en: combustible, mantenimiento, llantas, operadores, pagos de impuestos.
El TCO se compone del precio inicial del vehículo, costo y consumo de combustible, costo financiero, mantenimiento, valor de reventa, llantas, seguros, cuotas y gastos externos de administración, además de operadores. El cuantificar todas estas variables hará que se entienda cuánto cuesta realmente el mover un autobús, y cuánto dinero se tiene que generar para que sea una inversión rentable.
Por ejemplo, para determinar el costo del combustible se puede aplicar la siguiente fórmula: los kilómetros anuales que se pretenden realizar multiplicados por el precio del combustible, eso se divide por el rendimiento del combustible (km/litro) y lo que resulte es el costo total anual del combustible. La tecnología exclusiva de Mercedes-Benz BlueTec5 ® permite tener un ahorro de consumible mínimo del 10% (comparado con tecnologías anteriores) garantizando un beneficio económico al realizar el cálculo anterior.
Para calcular el costo de financiamiento se debe considerar cuánto se pagará anualmente por el crédito del vehículo. El costo de mantenimiento se puede calcular de dos maneras: la primera es multiplicar el número de horas que se tardó en reparar el vehículo en el año por el precio de los servicios y sumarle el precio de las refacciones. De igual forma, es posible calcularlo al multiplicar los kilómetros recorridos en un año por el costo de mantenimiento por kilómetro.
El costo de capital se calcula restando el precio de reventa del precio de compra y dividendo ese valor entre los años de vida de la unidad. Así se obtiene el costo anual de la depreciación.
Es posible incluir otros costos como: costo real de las llantas (se suma el precio de las llantas nuevas y se multiplica por el número de veces que se renovaron al año) y gasto de administración o de operación (sumando el sueldo anual del operador de la unidad).
Posteriormente se suman los totales anualizados y se multiplican por el número de años de vida útil de la unidad obteniendo así el TCO. Esto sirve para comprender cuánto se debe invertir para mantener la unidad y cuánto se genera de utilidad.

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