Jorge Suárez, asesor de Electromovilidad para Volvo Buses Norteamérica, explicó que para mejorar la calidad del aire y la movilidad en la zona metropolitana, la Ciudad de México requiere renovar 18,000 unidades, mientras que en el Estado de México necesita modernizar 10,000 vehículos de transporte público, y de acuerdo al ritmo que se lleva, esto se lograría en 40 años.
Ante estos datos, Volvo Buses presenta al mercado mexicano un nuevo concepto de   arrendamiento para promover y acelerar  la renovación vehicular con unidades Volvo B8R Euro 6, el cual favorece a los transportistas, ya que no se harían cargo ni de la compra ni del mantenimiento.
Durante un recorrido realizado del hotel Marquis Reforma hacia las instalaciones de la embajada sueca, el experto en electromovilidad mencionó que este proyecto también coadyuvará al medio ambiente, ya que cada autobús de la marca con esta tecnología reduce las emisiones de partículas en un 98% y los óxidos de nitrógeno en un 95%.
 
Además, destacó que estas unidades contarán con avanzados equipos de telemática, conectividad, sistema de pago y videovigilancia, los cuales fueron desarrollados por Ericsson y Axis Communications, lo que reforzará la seguridad y conectividad de los usuarios.
Para arrancar este proyecto, la armadora está evaluando las oportunidades y está concretando las alianzas financieras que se requieren para su consolidación.  
Por su parte, Rafael Kisel, director general de Volvo Buses México, destacó que la planta se encuentra con las condiciones necesarias para cumplir con la demanda de autobuses que se requieran con este nuevo programa. Puntualizó que actualmente cuenta con una capacidad de producción de 12 unidades diarias.