Los autobuses Volvo se distinguen por su alto equipamiento de seguridad, cuenta con frenos neumáticos de disco, sistema de frenado antibloqueo regulados electrónicamente (EBS y ABS) y sistema de control de tracción (ASR), además de una tecnología centrada en la operación productiva y características que les permiten ofrecer a los usuarios un viaje más confortable.
El mantenimiento preventivo hace que las unidades funcionen de manera óptima y la tecnología sea aprovechada a plenitud. La armadora hace una serie de recomendaciones y tips de servicio a los operadores con el fin de mantener la eficiencia y el rendimiento en su máxima expresión.
Es recomendable lavar el chasis y el compartimento del motor para minimizar el riesgo de sobrecalentamiento y daños por desgaste.
Antes de cada lavado del compartimento motor deberá procederse a una revisión ocular para la identificación de eventuales fugas de líquido o gases de escape.
Tras cada lavado deberán inspeccionarse visualmente todas las mangueras para la identificación de posibles fugas, fisuras o rozamientos, así como el cableado eléctrico con el fin de identificar los posibles daños en el aislamiento, las fundas protectoras o las abrazaderas.
Para limpiar el motor y el compartimento del motor hay que cubrir con un plástico o similar el alternador, la polea tensora, el tensor de correa y todos los componentes eléctricos, para que no entre disolvente ni líquido de limpieza en las piezas del alternador.?En su caso, el compresor de AC también debe ser cubierto.
En el lavado a alta presión con vapor, la presión de agua no debe sobrepasar 80-100 BAR en la boquilla y ha de efectuarse a una distancia de 100-150 mm.?Evitar apuntar directamente a un alternador el chorro de agua de lavado a alta presión ya que existe riesgo de daños y averías graves en el regulador eléctrico, el rectificador y piezas mecánicas (cojinetes).
Después de terminar el lavado, comprobar que no hay piedras ni suciedad sobre la correa, que podrían penetrarla cuando se arranca el motor.