Hacer atractivo el uso del transporte público, el reto

Hacer atractivo el uso del transporte público, el reto
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El consultor Sergio Avelleda considera que si existen, aún, formas de hacer atractivo el uso del transporte público en las grandes ciudades con los consecuentes beneficios que permitan bajar la contaminación y ahorrar tiempos de traslado.

Como un adelanto de su participación en el 13º Congreso Internacional del Transporte a realizarse el 27 y 28 de abril de manera virtual, el especialista señaló:

“Algunas encuestas están mostrando que después de la pandemia la gente prefiere moverse en automóvil y eso es muy malo para las ciudades”.

13CIT -AvelledaLos operadores, dice, tienen hoy un gran reto porque ahora deben buscar las formas de atraer el número de usuarios para el transporte público que teníamos antes de la pandemia.

Avelleda, quien fuera secretario de Movilidad y Transporte en Sao Paulo, Brasil, opina que se debe dar prioridad al transporte público en autobuses y a la construcción de infraestructura de carriles exclusivos de una forma sencilla y barata.

Esto permitirá dar mayor velocidad al desplazamiento de un número más grande de personas.

Otra forma de hacer atractivo el uso del transporte público es con nuevas fuentes de financiamiento, de manera que no sea sólo el usuario quien lo pague, sino que se convierta en un derecho como es el de la salud y el de la educación, que en la mayor parte del mundo se reciben de manera gratuita por parte del Estado.

“Son tantas externalidades positivas que hay el transporte público que está plenamente justificado tener una porción de dinero público para pagarlo, o sea, bajar el precio es una manera muy efectiva de atraer más gente para el transporte masivo”.

Hacer atractivo el uso del transporte público con participación de usuarios

Un tercer elemento es lograr la gobernanza de los sistemas de movilidad, especialmente en las zonas metropolitanas, donde hay muchas ciudades conectadas entre sí.

“Cuando no hay una coordinación y cada ciudad gestiona su propio sistema, hay mucha pérdida de energía y de capacidad de atraer pasajeros”, revela Sergio Avelleda.

El ideal sería tener una Autoridad Metropolitana de Transporte.

Según el consultor, las ciudades que hicieron esto como Londres, París, Nueva York y Madrid, tuvieron un incremento de participación de viajes en la matriz del transporte público. Y también bajaron los costos porque hay mucha más racionalidad.

Cuando no existe esa posibilidad de crear gobernanza, de establecer un sistema único, una tarjeta única y tarifas integradas, “es como construir muros, barreras entre las ciudades”, propiciadas porque los alcaldes no quieren dejar de tener poder en el transporte público.

Y para lograr dar pasos en la dirección adecuada hace falta la voz del elemento más importante del transporte público: el usuario.

Avelleda sostiene que los tres primeros elementos se pueden lograr siempre que el usuario se convierta en un actor principal de la movilidad en sus ciudades.

En la medida que ejerza presión, podrán darse los cambios porque hasta hoy, quienes tienen voz en los temas de movilidad y transporte son personas que viajan en automóvil particular, que se ha convertido en el rey, porque las ciudades y su infraestructura se han construido en torno a él.

 

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