En la Cumbre de Acción Climática, organizada por la Organización de las Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI, por sus siglas en inglés) reafirmó el compromiso de este país para reducir las emisiones urbanas.
Por ello, en el foro, WRI México, que forma parte de la Coalición por la Transformación Urbana (Coalition for Urban Transitions), estuvo presente en el lanzamiento del reporte «Emergencia climática, oportunidad urbana», que cuenta con el apoyo de 50 organizaciones y que tiene como propósito crear ciudades compactas, conectadas y limpias, lo que puede reducir emisiones urbanas por casi 90%, además de proveer estándares de vida más elevados y mayores oportunidades para todos.
Estas medidas de disminución de emisiones urbanas pueden crear 87 millones de trabajos a nivel global para el 2030, con un valor de 24 billones de dólares para el 2050.
“WRI trabaja para discutir ideas que fortalezcan la política pública mexicana y construir mejores ciudades para todos y cumplir los compromisos climáticos del país y que los gobiernos nacionales y subnacionales pueden considerar, con el fin de promover simultáneamente la mitigación del clima, la adaptación y desarrollo sostenible», señaló Adriana Lobo, directora de WRI México.
Finalmente, durante la Cumbre sobre la Acción Climática, Andrew Steer, presidente del WRI, reafirmó la necesidad de intensificar los compromisos climáticos de los países con mayores emisiones de carbono y reconoció las nuevas iniciativas y pactos por parte de gobiernos, organizaciones, empresas, bancos multilaterales de desarrollo y organizaciones de la sociedad civil.
“La mayoría de las principales economías se quedaron lamentablemente cortas. Su falta de ambición contrasta con la creciente demanda de acción de todo el mundo”, expresó.
Sin embargo, destacó los signos de progreso hacia la descarbonización de las ciudades. Dijo que en muchos casos el sector privado y los actores subnacionales se están moviendo más rápido que los gobiernos nacionales. Por ejemplo, 87 empresas han firmado objetivos ambiciosos de 1.5 grados C en sus operaciones y cadenas de valor y más de 100 ciudades se comprometieron a lograr emisiones netas cero para 2050.