Jorge Suárez, Asesor de Electromovilidad de Volvo, presentó la estrategia de la compañía para la CDMX que incluye autobuses híbridos hasta eléctricos, en el Taller de Reducción de Emisiones en el Transporte Público organizado por la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México y la organización ambiental ICCT.
La electromovilidad no sólo reduce partículas y óxidos de nitrógeno, sino también gases de efecto invernadero y ruido, con máxima eficiencia energética. Un autobús convencional, por ejemplo, genera 90 toneladas de CO2 al año, mientras que un híbrido genera 60 toneladas y un eléctrico las elimina completamente con uso de generación limpia.
Con esto en mente, la electromovilidad de Volvo guarda un gran potencial para aplicación en Metrobús, la renovación de la flota de trolebuses de la CDMX, así como para la renovación de los más de 19 mil microbuses que existen en la ciudad.
Actualmente la SEDEMA realiza una Hoja de Ruta tecnológica para abatir decididamente las emisiones del transporte en la capital, al cual Volvo ha contribuido con conocimiento de la industria.
El taller, que tuvo lugar en el Bosque de Chapultepec, fue inaugurado por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera, quien destacó el liderazgo de la CDMX en incorporar tecnología de bajas emisiones en el transporte público, como se evidencia con los autobuses híbridos Volvo de la Línea 4 de Metrobús.
En el Taller, se realizaron mediciones de emisiones de autobuses híbridos y articulados de Volvo, destacando el excelente desempeño ambiental de Volvo.