Rafael Kisel, director general de la armadora en México, explicó que a pesar de la incertidumbre que se visualizaba a principios de año en la economía nacional, la marca ya ha vendido prácticamente todas sus unidades para 2017.
 
Subrayó que durante el primer semestre Volvo Buses comercializó aproximadamente 300 unidades, por lo que esperan cerrar el año con una venta de entre 650 o 700, cifra que los coloca a la par de los resultados del año anterior.
 
Detalló que próximamente entregarán autobuses biarticulados para la Línea 1 del Metrobús, así como las primeras unidades de su modelo 9800 de 15 m para Ómnibus de México.
 
Por otro lado, la armadora recibió por quinto año consecutivo a los hijos de sus colaboradores en la planta de Tultitlán, Estado de México, donde aprendieron sobre todas las tareas  que se realizan para poner en el camino autobuses de la más alta calidad y eficiencia.
 
Rafael Kisel explicó que durante dos semanas el complejo fue visitado por aproximadamente 400 niños, quienes además de conocer las áreas de pintura y ensamblaje, pudieron convivir con sus padres en sus horarios laborales y divertirse con diferentes actividades enfocadas al cuidado del medio ambiente.
Explicó que está convivencia es muy importante para la empresa, ya que que los pequeños  son el futuro del país por lo que crear desde un inicio afinidades con Volvo es un logro, ya que en muchos de estos niños serán los que laboren con la empresa o serán quienes se convertirán en tomadores de decisiones importantes para el país en un futuro.