Desde 2017, cuando Cummins y GILLIG anunciaron la asociación para trabajar juntos en el desarrollo de un sistema de propulsión totalmente eléctrico líder en la industria, ambas organizaciones han trabajado diligentemente para diseñar, probar y validar su oferta.

Las pruebas de campo han ido bien y como testimonio, Big Blue Bus anunció que comprará 18 autobuses eléctricos adicionales.

Una pieza fundamental para presentar las mejores soluciones de su clase es el compromiso de Cummins de probar y validar sus ofertas frente a las necesidades del cliente. Para el sistema eléctrico de batería (BES), esto significa validar productos en un nivel de componente (por ejemplo, baterías BP74E patentadas de Cummins), un nivel de tren motriz e incluso más ampliamente trabajando con GILLIG para probar el rendimiento del bus general.

GILLIG y Cummins también se enorgullecen de validar sus productos en escenarios del mundo real, no solo en condiciones ideales. Con este fin, que se ilustró recientemente en la prueba de graduación para el autobús GILLIG, se realizaron varias pruebas en el autobús, ya que estaba cargado con sacos de arena para simular el peso de los pasajeros.

Un tren motriz que puede operar de manera eficiente, pero solo puede hacerlo vacío, no tiene valor para una comunidad que busca transportar personas todo el día, todos los días.

Del mismo modo, las empresas han trabajado de manera estrecha con clientes de pruebas de campo para refinar soluciones y ofrecer un producto confiable. Big Blue Bus en Santa Mónica, que recibió el primer autobús de prueba de campo en julio de 2019, ha sido un socio crítico al proporcionar comentarios utilizando rutas reales y escenarios operativos diarios.

Trabajar con clientes valiosos y usuarios finales para identificar oportunidades que se puedan mejorar es crucial. La colaboración y asociación que brindan los clientes de pruebas de campo permiten entregar un producto que cumplirá y superará las expectativas del cliente.