El transporte y distribución de alimentos congelados debe contar con una correcta logística para que no exista merma o desperdicio y por lo tanto pérdidas materiales. Es por ello que la cadena de frío en perecederos es de suma importancia para que la carga pueda llegar hasta nuestros hogares.
Se le llama cadena de frío al proceso y logística aplicada durante la distribución, transporte, manipulación, conservación y almacenamiento donde se cuidan las condiciones óptimas de luz y temperatura, en este caso de alimentos para el consumo humano.
De acuerdo con Thermo King, marca líder a nivel mundial de transportes con sistemas de temperatura controlada y con experiencia de más de 70 años en la industria de distribución de alimentos, para que todo este proceso sea exitoso, es necesario cuidar algunos aspectos:
Contar con la temperatura adecuada en el momento de la carga al transporte refrigerado para alimentos, para la correcta conservación de alimentos perecederos.
Mantener en perfecto estado la cámara refrigerante del vehículo, con la finalidad de proteger a los alimentos del calor que pudiese existir en el exterior.
Tener un método adecuado de descarga en el punto de llegada, especialmente con referencia a la duración y frecuencia de las aperturas de puertas de la cámara refrigerante y procurar que la descarga se realice en el menor tiempo posible.
Conservar adecuadamente la caja isotérmica y el sistema de refrigeración, en este punto es importante contar con unidades refrigeradas de transporte con tecnología de última generación como las bobinas con condensador de microcanal en lugar de las tradicionales bobinas de tubo y aleta.
Contemplar sistemas de control de temperatura de transporte construidos para recorrer grandes distancias, no importando el tipo de transporte, ferrocarril, marino, camión o remolque.
Hacer uso de soluciones comprobadas para el mantenimiento y control que la industria alimenticia exige para la correcta entrega de perecederos.
Se calcula que para esta temporada navideña, en México se consumirán aproximadamente 3.1 millones de pavos, de los cuales 7 de cada 10 son de importación según la Unidad Nacional de Avicultores, mientras que la producción nacional de carne de cerdo es de un millón 800 mil toneladas de acuerdo con la Asociación Nacional de Establecimientos ANETIF.