Alex Theissen Long y Leonardo Gómez, líderes de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), subrayan la importancia de seguir impulsando la cultura de la seguridad vial en México. El Octavo Congreso Nacional en Seguridad Vial 2024 es una muestra clara del compromiso de la ANTP por priorizar la seguridad en las carreteras, un tema que ha sido el principio rector de la asociación desde su fundación.

En el marco de la inauguración del evento llevado a cabo en Querétaro,  Theissen Long dijo que el Congreso no solo es una plataforma para la discusión, sino un llamado a la acción. La ANTP, junto con otras organizaciones y el apoyo de la Guardia Nacional, continúa trabajando para reducir los accidentes viales y salvar vidas. 

En este sentido, reitera que la seguridad vial es una responsabilidad de todos, desde los gobiernos y las empresas hasta cada uno de los ciudadanos que utilizan las vías. El compromiso es claro: seguir aprendiendo, implementando mejoras y trabajando juntos para alcanzar un México más seguro en las carreteras.

Además, destaca la importancia de la seguridad vial como uno de los pilares fundamentales de la asociación desde su fundación. Theissen felicitó a los cerca de 200 asistentes por su compromiso con este tema y subrayó que, aunque se ha avanzado, aún estamos lejos de alcanzar las metas deseadas en la reducción de accidentes y sus trágicas consecuencias.

En colaboración con el Instituto Mexicano del Transporte (IMT), la ANTP ha realizado pruebas recientes que demuestran cómo la tecnología vehicular puede mejorar la seguridad vial, un esfuerzo que ha sido constante a lo largo de los años. 

Este congreso, según Theissen, representa una oportunidad para aprender y colaborar en la búsqueda de soluciones efectivas que ayuden a evitar tragedias viales en el futuro.

La seguridad vial es, sin duda, una prioridad en la agenda nacional, y eventos como este son esenciales para fortalecer el compromiso colectivo hacia un sistema de transporte más seguro y eficiente en México.

Un esfuerzo global

Alberto Mendoza, director del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), ofreció una perspectiva histórica sobre cómo ha evolucionado la seguridad vial a lo largo de los años. Recordó que, originalmente, las carreteras se diseñaban simplemente como rectas y curvas, sin considerar las velocidades a las que los vehículos viajarían. 

Sin embargo, a medida que el transporte automotor se volvió más prominente, también lo hicieron los problemas de seguridad vial. Durante muchos años, se culpaba únicamente a los conductores por los accidentes. No fue hasta después de las guerras del siglo pasado, en los años 50 y 60, que se comenzó a reconocer que los vehículos y las carreteras también tenían un papel importante en la prevención de accidentes. Este reconocimiento culminó en el año 2000, cuando las Naciones Unidas declararon la seguridad vial como una prioridad global, marcando el inicio del primer Decenio de Acción para la Seguridad Vial (2011-2020).

Metas globales

Durante este decenio, se establecieron metas específicas, como la reducción del 50% de las muertes por accidentes viales en comparación con las cifras de 2011. Estos esfuerzos continuaron en el segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial (2021-2030), con un enfoque renovado en la mejora de la gestión, la infraestructura y el comportamiento de los usuarios de las vías.

Entre las metas más destacadas está la implementación de la calificación por estrellas de las carreteras, donde una calificación de tres estrellas o más es un indicador de seguridad vial adecuada. Asimismo, se han promovido regulaciones para mejorar la seguridad de los vehículos, así como el comportamiento humano, incluyendo la reducción del exceso de velocidad, el uso de cinturones de seguridad y la protección de los usuarios más vulnerables, como peatones y ciclistas.

Prioridad nacional

Por su parte, Álvarez Flores Castillo, de la Guardia Nacional, enfatizó que la seguridad vial es una responsabilidad compartida entre el gobierno, las empresas de transporte y todos los usuarios de las vías. La dependencia ha asumido un papel activo en la implementación de medidas para reducir la siniestralidad y garantizar la integridad de los usuarios de las carreteras.

En tanto, Alma Chávez, de la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Víctimas contra la Violencia Vial (FICVI), recordó a los presentes que el costo económico de los accidentes viales en México es alarmante, representando el 4% del PIB anual. Sin embargo, el costo humano es incalculable, con miles de vidas perdidas y familias devastadas cada año.

El Octavo Congreso Nacional de Seguridad Vial reúne a especialistas en el tema, armadoras, proveedores de la industria del transporte comprometidos con el fomento de esta cultura.