Atendiendo todos los protocolos de sanidad frente al COVID-19, la filial mexicana de Navistar brinda soporte a sus clientes con toda su red de servicio, apoyos especiales en financiamiento y distintas soluciones para mantener las flotas en operación.

Bernardo Valenzuela, vicepresidente de exportaciones y presidente de México y operaciones globales de Navistar, señaló que la empresa se mantiene -en todo momento- atendiendo las necesidades de los transportistas, sobre todo en el suministro de las refacciones y en los servicios de taller, cuya prioridad es tener en las mejores condiciones a sus unidades.

En entrevista radiofónica con la estación Aire Libre FM, resaltó que Navistar cuenta con más de 500 puntos de servicio en Norteamérica, 100 de ellos situados en México, y que además la armadora está asociada con un grupo independiente de profesionales del servicio que también dan soporte en distintas localidades del país.

Todos ellos, dijo, otorgan todo el respaldo a la cartera de productos de Navistar y a los vehículos International.

Navistar en México continúa con el otorgamiento de esquemas atractivos de financiamiento para la adquisición de unidades y, en muchos casos, está realizando reestructuras con el fin de apoyar a los transportistas en este periodo de contingencia.

Por otro lado, el directivo reconoció a los empresarios mexicanos del autotransporte por su experiencia y su amplia vocación de servicio. “Son gente comprometida, que junto con el operador, en este tiempo se han reinventado y preparado para enfrentar la situación actual”.

Respecto a las operaciones en sus plantas de producción, a inicios de este mes la compañía anunció el cierre temporal de la ubicación de motores en Huntsville, Estados Unidos, y la de ensamblaje de camiones en Escobedo, México, las cuales reanudarían labores este lunes 13 de abril.

En su última actualización sobre las acciones que está tomando la armadora frente al COVID-19, dada a conocer el día de ayer, informó que planea continuar las operaciones de fabricación en todas las plantas sujetas a las condiciones del mercado, las interrupciones de los proveedores de componentes y la continua propagación e impacto de la pandemia.

Por ello, dijo, debido a las limitaciones de los proveedores de componentes, el paro en la planta de ensamblaje de camiones de Navistar en Springfield, Ohio, Estados Unidos, que fue la primera en detener sus operaciones, extendió su reanudación de actividades hasta principios de mayo del 2020.