El Total Cost of Ownership (TCO) o Costo Total de Propiedad es un método de análisis financiero para proyectar las inversiones globales que requiere un vehículo comercial a lo largo de su vida útil.
Jorge Suárez, experto en electromovilidad, lo define de una manera más sencilla: “Es lo que cuesta comprar el vehículo más lo que te cuesta operarlo”.
Ejemplifica: “Vas a comprar un vehículo que te costará un 30-40% más de dinero de entrada, pero el costo de operación bajará un 60% por cuatro o cinco años; es posible recuperar la inversión en dos o tres años”.
Mientras, en su estudio de Administración de Flotas en Europa, la consultora Deloitte considera que el TCO es “la clave para identificar el potencial de ahorro de costos y la reducción de gastos operativos”.
1ª. Parte: Elegir el mejor
El mejor uso del capital y el ahorro son los grandes objetivos de los gerentes de flota. En sus seminarios, Conuee les recomienda constantemente elegir el vehículo que reúna las características específicas para el tipo de operación que van a desempeñar y considerar las diferencias para tareas en carretera o vocacionales.
Para ensayar en la elección, el Instituto Mexicano del Transporte (IMT), ofrece una aplicación, en línea https://bit.ly/36uGIdj, que permite configurar el tren motriz ideal para los vehículos pesados de carga y/o de pasaje que considera kilometraje, tonelaje, capacidad de carga, la altitud sobre el nivel del mar y peso bruto vehicular.
Además de esos factores, es posible seleccionar motor, transmisión, diferencial y llantas; al final la aplicación realiza diversos cálculos de rendimiento y eficiencia de la unidad configurada.
Es bien sabido que la adquisición del vehículo implica el mayor desembolso económico, en una sola exhibición o en parcialidades con sus correspondientes intereses, aunque también hay que considerar los gastos por aseguramiento, impuestos y emplacamiento del vehículo. Es esencial estudiar las mejores opciones.
El TCO comienza con la adquisición y termina con la reventa del vehículo. Por esa razón, los vehículos que reciben apropiados mantenimientos preventivos y tiene una imagen cuidada en su operación diaria son bien valorados en el mercado.
Además, generan confiabilidad en la empresa y pueden generar más negocios tal como indicó Raúl Monroy, director general de Transportes Monroy Shiavon: “Es importante que operadores y unidades estén a la altura de nuestros clientes que son AAA, con presencia mundial”.
Cuando el vehículo sale de la agencia empieza su proceso de depreciación que aumenta con el desgaste debido a su uso y la antigüedad que va ganando. El cálculo de la depreciación es la diferencia entre el costo original de un vehículo y el precio de reventa.
2ª. Parte: Operación eficiente
En los costos operativos se refleja la magia de los gerentes de flota para alcanzar los máximos beneficios de la tecnología de cada vehículo, ahorrar combustible, extender la vida útil de las unidades y contar con esa mano de obra por largos periodos.
La eficiencia inicia con un diagnóstico del costo de los elementos que permiten el funcionamiento de los vehículos: cantidad y precio de combustible, de llantas, urea, servicios de mantenimiento preventivos, peajes y otros costos entre los que se incluye el salario y capacitación del operador.
Los cálculos de esta parte del TCO son continuos y flexibles, pues son variables los recorridos, las rutas logísticas, los caminos por los que transitan los vehículos y cambiantes los precios de algunos insumos.
La inversión en combustible se define, en lo general, como el mayor gasto en una flota (del 30% al 40%), seguido de las llantas. Sin embargo, el porcentaje es diferente en cada flota de acuerdo con la tecnología, aerodinámica, uso de telemática y los propios controles de los vehículos.
Para facilitar esta tarea, la empresa Dana tiene una app para proyectar el TCO por año para unidades a diesel o eléctricas; se puede consultar en https://bit.ly/2T6hjTs. También la armadora Iveco ofrece una aplicación en línea para este tipo de cálculos (https://bit.ly/36BMoSO). En ambos casos hay que introducir algunos datos básicos de costos fijos y variables para obtener el TCO.
Señala Iveco: “A menudo controlar el TCO es difícil, pero en la mayoría de los casos representa una estrategia ganadora para gestionar el negocio”.
Extras ambientales
Con los cálculos de TCO se hace evidente que operar un vehículo que genera más gastos que ingresos no es viable financieramente. Una unidad antigua pasa más tiempo inactiva, las reparaciones son más costosas, gastan más combustible y pueden provocar graves accidentes, señala la empresa Fleet Financial.
Actualmente los cálculos de TCO no consideran las emisiones contaminantes, que ya son estándar para el transporte.
El Modelo de Emisiones Resultantes de la Operación de vehículos pesados (UAMmero), tiene aplicaciones para el cálculo- gestión del combustible y emisiones contaminantes de vehículos pesados, según la carga transportada.
El software ofrece resultados muy similares a los del programa GEM (Greenhouse Gas Emission Model) de la EPA sobre consumo acumulado y, en algunos casos, más detallados incluyendo NOx, CO, HCNM, partículas, además de que considera la orografía propia de México para recomendar los mejores vehículos de transporte.
Para obtenerlo hay que contactar al Dr. Nicolás Domínguez Vergara, líder del proyecto, en la UAM Azcapotzalco.
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