Aunque la electromovilidad llegará a México en el futuro y la industria tiene que prepararse para esa transición, la Comisión de Transporte de Concamin considera más trascendente impulsar la renovación del parque vehicular actual como estrategia para la reducción de emisiones.

Felipe de Javier Peña Dueñas, presidente de la Comisión de Transporte de Concamin, recordó la dimensión del autotransporte terrestre que:

• Moviliza 520 millones de toneladas de mercancías al año
• El 56% de la carga nacional
• 71% del valor del comercio internacional con Estados Unidos
• El 96% de pasaje de personas
• Además, del 100% del reparto de primera y última milla

“El primer gran reto –dijo– es la renovación del parque vehicular del autotransporte que tenemos en este país; un parque con 19 años de antigüedad en el sector de carga y de 16 en el sector de pasajeros.

Hay 270 mil vehículos que son sujetos de ser renovados. Es parte del reto que implica hacia donde debe ir la ambición de cero emisiones

En vez de garantizar que haya Diesel de Ultra Bajo Azufre (DUBA), en todo el país, entonces modificamos la regla de construcción (de vehículos) porque sabemos que no habrá, sino, hasta 2024”.

Felipe de Javier Peña Dueñas exhortó a definir como país, “el camino de política industrial que nos debe llevar a migrar a cero emisiones”.

Ejemplificó que, si ahora se renovaran 37 mil vehículos pesados con las nuevas tecnologías que hay en el mercado, se podrían dejar de emitir 2 millones 700 toneladas de CO2.

Además, mencionó entre los obstáculos para la electromovilidad, la corrupción; el robo; el crimen; la burocracia gubernamental; impuestos; temas regulatorios y falta de acceso al financiamiento, entre otros.

El presidente de la Comisión de Transporte de Concamin vertió sus opiniones en la mesa de análisis titulada “El futuro de la electromovilidad en México”, organizada por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

En el análisis participaron expertos de Frost & Sullivan, GIZ, Secretaría de Economía, Secretaría de Relaciones Exteriores, UNAM, UNEP y de la Universidad de California en México.

Entre las conclusiones se destacó que hay un largo camino por recorrer en la integración de un marco regulatorio para los automotores eléctricos en todos los segmentos, así como para las industrias relacionadas en su producción.

De igual forma, entre otros aspectos, habrá que enfocarse en la infraestructura de carga y recarga; de la tecnología apropiada en las carreteras para el funcionamiento de los vehículos eléctricos y la formación de capital humano.