Marco Rodríguez Huesca, responsable de asuntos Externos, Políticas Públicas y Sustentabilidad de Grupo Daimler, mencionó la falta de programas de renovación vehicular, la importación de usados y la disponibilidad de combustibles limpios como retos para reducir emisiones en el autotransporte de carga en México. 

En el 5º Foro de la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVe), Rodríguez Huesca se enfocó en los retos del autotransporte de carga para reducir emisiones contaminantes a la atmósfera.

Respecto de la renovación vehicular indicó que los transportistas que tienen vehículos de 20 años de antigüedad no van a comprar de inmediato vehículos nuevos. Por esa razón, retomar los programas de renovación vehicular tendrá un efecto en cascada para cerrar la brecha.

“Actualmente la flota en México tiene un promedio de 20 años y al no existir esta cadena de renovación, que empiece con la chatarrización de unidades, se irá rezagando más y vamos a ver como se va a ir incrementando el número de vehículos antiguos”.

De igual forma, dijo, afecta la importación de usados, una práctica que se ha ido incrementando en los últimos años.

Retos para reducir emisiones y avanzar a nuevas tecnologías

“Comparado con 2020, la importación de usados se ha incrementado un 21% este año y representa el 37%, de las ventas; esto significa que por cada 6 unidades que vende la industria cuatro son importadas y sabemos que nos son las más nuevas, al contrario, son las que se desechan en Estados Unidos”.

Marco Rodríguez subrayó que Daimler tiene disponibles las tecnologías Euro VI/EPA10. La armadora incluso tiene en Estados Unidos una flota de vehículos eléctricos que llevan más de un millón de millas recorridas y en breve estarán en producción, mientras que la semana pasada en Europa se inició la producción del eActros, el tractocamión chato de Mercedes Benz.

Finalmente mencionó la disponibilidad de combustible. Ahora es el Diesel de Ultra Bajo Azufre (DUBA), para implementar las nuevas tecnologías, pero muy pronto serán una realidad los vehículos eléctricos en el autotransporte y se requerirá otro tipo de energéticos.

“No hay planes de infraestructura para impulsar estas tecnologías, desde la generación de la energía hasta que se desecha la batería cuando ya no funciona. Es necesario amarrar el cambio tecnológico con regulaciones y si no iniciamos vamos a seguir viendo el incremento de años en la flota en México y el ambiente es el que lo va a resentir”.