La electrificación del transporte terrestre se convertirá en un punto clave para la segunda mitad de la década de los años 2020, gracias a la baja en los costos de las baterías y su fabricación a gran escala, generando que las ventas de automóviles eléctricos lleguen a un 28% y las de autobuses eléctricos a 84% en sus respectivos mercados globales para el año 2030.
 
De acuerdo con la firma de investigación “Bloomberg New Energy Finance (BNEF) -enfocada en generar oportunidades para los profesionales de sectores energéticos-, el avance de los buses eléctricos será más rápido que el de los autos, debido a que tendrán un costo total de propiedad menor que el de las unidades convencionales.
 
Colin McKerracher, analista principal de transportación avanzada para BNEF, señaló: “China ha liderado este mercado al representar el 99% del total global durante el año pasado. El resto del mundo seguirá esa tendencia y para 2040 esperamos que el 80% del total de la flota de autobuses sea eléctrico”.
 
BNEF espera que la transición en el transporte tenga implicaciones importantes para la demanda de electricidad y para el mercado petrolero. Lo autobuses eléctricos utilizarán 2,000 tWh en 2040, lo que sumará un 6% a la demanda mundial de electricidad. En tanto, se pronostica que el cambio de unidades de combustión interna a vehículos eléctricos desplazará 7.3 millones de barriles por día de combustible utilizado en el sector transporte.
 
El ritmo de conversión dependerá del país, particularmente en los próximos 12 años, ya que algunos mercados están más adelantados que otros, en relación a la infraestructura para la recarga y la accesibilidad en los precios.