La apuesta de la armadora en nuestro país ha sido tan sólida e importante que –tan sólo en los últimos 10 años– ha invertido en el país más de 8 mil millones de dólares para reforzar sus operaciones en las plantas de Estampado y Ensamble de Hermosillo y Cuautitlán, así como en las instalaciones de Motores ubicadas en Chihuahua, en su futura planta de transmisiones en el estado de Guanajuato, sus oficinas corporativas establecidas en la Ciudad de México y en su Centro de Ingeniería.
En el marco de su 90 aniversario, la compañía ha reiterado su compromiso con México a través del lanzamiento de nuevos modelos, el anuncio de una nueva inversión por 2.5 mil millones de dólares, el interés por desarrollar la especialización de su equipo y el reconocimiento como la mejor compañía para trabajar en el país.   
Desde que en 1925 se montó la primera oficina de Ford en México en Bucareli#13 y más tarde sus primera Planta de Montaje y Acabado de Automóviles en Calzada de Balbuena en la Ciudad de México, misma que producía 25 unidades diarias, la armadora ha participado en el desarrollo de la industria automotriz nacional que hoy ha logrado posicionar a México como uno de los principales mercados manufactureros del sector y como una referencia a nivel global.  
Actualmente, la producción de la armadora en México incluye los vehículos Ford Fiesta, Ford Fusion y Lincoln MKZ –así como las versiones híbridas de estos últimos dos–, además de los motores Duratec I-4 (2.0 y 2.5 litros), Power Stroke Diesel de 6.7 litros V8 y un motor diesel de 4.4 litros.
“Me enorgullece que en la actualidad –tras 90 años de una historia de compromiso con el país– que Ford de México sea el cuarto productor de vehículos y de motores, así como el segundo país en suministrar autopartes a las instalaciones globales de la compañía”, señaló Gabriel López, Presidente y CEO de Ford de México.