Ford Motor Company y DP World London Gateway han llevado a cabo una serie de pruebas con un vehículo autónomo simulado para demostrar cuán útil podría ser esta futura tecnología para quienes gestionan y operan en grandes espacios de trabajo.

La iniciativa es parte del Programa de Investigación de Conducción Autónoma de Ford, diseñado para ayudar a las empresas a comprender cómo los vehículos autónomos podrían ser beneficiosos para sus operaciones.

La intención subyacente del programa piloto es identificar nuevas oportunidades y modelos para las operaciones con vehículos autónomos; en concreto, comprender cómo los procesos ya existentes y las personas pueden funcionar al tener que interaccionar con vehículos automatizados.

“Es increíble ver con qué entusiasmo el equipo de DP World aceptó la interacción con un vehículo autónomo. Continuamos trabajando muy de cerca con nuestros clientes para descubrir cómo este tipo de vehículos puede beneficiar a sus negocios, y es emocionante comprobar de primera mano el impacto que tendría en una amplia gama de espacios”, dijo Richard Balch, director de Movilidad y Vehículos Autónomos de Ford Europa.

Ford ha estado probando tecnologías de conducción autónoma en las principales ciudades de Estados Unidos en asociación con Argo AI. La compañía planea invertir alrededor de 7 mil millones de dólares en vehículos autónomos durante 10 años, hasta 2025 -de los cuales, 5 mil millones de dólares se invertirán de 2021 en adelante- como parte de sus iniciativas de movilidad.

Abrazando el futuro

DP World London Gateway, uno de los puertos de más rápido crecimiento del Reino Unido, se encuentra al este de Londres, a 40 km del centro, y ya adopta la tecnología automatizada como una parte intrínseca de sus operaciones como puerto de aguas profundas.

Para la prueba, Ford usó una van Transit adaptada y especialmente equipada para que pareciese un vehículo autónomo real, con un conductor oculto dentro de un “Asiento de Seguridad para Humanos”.

Los empleados del edificio de recepción cargaron paquetes en casilleros seguros localizados en la parte trasera de la Transit. Luego, y en unos tiempos de entrega establecidos, la Ford Transit se trasladó hasta la recepción principal, a 3.5 km de distancia, para que así sus compañeros pudieran recuperarlos.

Esto supuso una diferencia con respecto a su trabajo diario fuera de este proyecto de investigación, cuando el personal tiene que recoger los paquetes en la recepción. Y aunque esto les supone pérdidas de tiempo, lo cierto es que estos viajes implican un conductor a tiempo completo.

Cada parte del proceso fue monitoreada por los investigadores, que también realizaron entrevistas a quienes participaron en las pruebas antes, durante y después de estas. Descubrieron que los empleados se sintieron cómodos con el uso de esta furgoneta especialmente equipada.

Algunos entrenaron de manera proactiva a sus colegas para que pudieran acceder a sus paquetes, mientras que otros demostraron su ingenio a la hora de solventar las dificultades que, de manera intencionada, les pusieron los investigadores -por ejemplo, dejar los paquetes en los casilleros equivocados-.