Bridgestone tiene la meta y capacidad para producir 24 mil neumáticos al día para 2026 en la planta de Cuernavaca. Junto con ese crecimiento, las actividades de responsabilidad social cobran relevancia porque para Bridgestone, lo que realmente importa es cuidar el planeta.
Por esa causa, la compañía fabricante de neumáticos realizó una sesión con medios especializados para recolectar residuos no biodegradables en la Presa Madín, en Atizapán de Zaragoza.
Alfonso Zendejas, presidente Bridgestone Latinoamérica Norte estuvo al frente de la jornada que forma parte del Bridgestone E8 Commitment, una estrategia corporativa que guía la sostenibilidad de la compañía para ser Carbon Neutral en 2050.
El directivo dijo que en los últimos cinco años se han invertido 130 millones de dólares en la planta de Cuernavaca, lo cual permite a Bridgestone expandir su capacidad de producción e integración de nuevas tecnologías (capabilidad).
“Esas inversiones en tecnología nos permiten ser, prácticamente, líderes en el sector de Equipo Original de vehículos Premium y surtimos a todas las marcas que producen esos vehículos en 18 plantas en México”.
De la producción de llantas que se efectúa en la planta de Cuernavaca, un tercio se destina al mercado de reposición con más de 600 distribuidores independientes; otro tercio para Equipo Original y la restante es para exportación a Estados Unidos y Canadá.
En México no se producen llantas para camiones; el 100% es manufactura de llantas de las marcas Bridgestone (75%) y Firestone (25%), para vehículos compactos, SUV y pickups
Bridgestone: lo que realmente importa es cuidar el planeta
Para completar ese liderazgo, Bridgestone reconoce la importancia de cuidar el planeta con iniciativas que cumplan con su estrategia de sostenibilidad E8 Commitment para cuidar el planeta.
Alfonso Zendejas mencionó entre ellas Bandag, su marca propia de renovado de llantas de vehículos pesados, con 33 fábricas pequeñas que recolectan el casco y hacen el proceso de renovado; pueden ser los propios cascos de una empresa o la venta como llanta renovada.
“Los cascos Firestone son de alta calidad, puede durar tres o hasta cuatro renovados, dependiendo de ciertas condiciones. Para los transportistas es benéfico porque el precio de entrada puede ser alto y aunque en comparación con su vida útil, costo por kilómetro extendido, es muy económico. Es la compra más inteligente”.
Bridgestone participa con la Cámara Hulera para promover con el gobierno que se haga obligatorio el renovado en el servicio pesado.
En la planta de Cuernavaca, Morelos, se desarrolla el Llantatón y en el que participan las unidades de Latinoamérica en sus propios territorios. En México, la empresa participa también de la limpieza de ríos con los gobiernos federales, estatales y ejercicios como el que se realizó en la Presa Madín.
Procesos sustentables
Además, todos los procesos en la planta de Cuernavaca son sustentables.
“Tenemos reciclado del agua; incorporamos una especie de licuadora de mezclado; es especial porque puede producir llantas de alto desempeño que también pasan el proceso de silica, un material que hace la llanta más resistente al rodado y genera una extensión de la vida útil, es más ecológica y ligera”.
“Por otra parte, a través de la Cámara Hulera, tenemos proyectos para el reciclado de los neumáticos y de destrucción ecológica, cuando una llanta se deshecha la recolectamos, granulamos y va a los hornos de las cementeras, donde también tienen procesos productivos ecológicos”.
Los proyectos de sostenibilidad son muy importantes para una marca como Bridgestone, cuyo objetivo principal es el segmento Premium, llantas HRD (High Ring Diameter), de aro 17 hacia arriba y que también cuenta con un amplio portafolio para otros sectores de la industria.