Hace 47 años, Goodyear desarrollaba neumáticos exclusivos para esta misión cuando el 31 de enero de 1971 se inició un nuevo emprendimiento espacial con el objetivo de reanudar las misiones a la Luna.
La misión Apollo 14 estaba equipada con neumáticos Goodyear XLT. Apollo 14 MET (Modularized Equipment Transporter), el módulo portátil de una bancada científica, contaba con dos ruedas y recogía todo el material de la superficie lunar.
Totalmente distintos de los neumáticos tradicionales, las llantas Goodyear XLT fueron creadas después de 10 años de desarrollo y tenían características propias.
Goodyear destacó algunas curiosidades sobre el desarrollo y la aplicación del neumático lunar:
1. En lugar de aire, los neumáticos Goodyear XLT eran inflados con nitrógeno que, además de no soportar combustión, ayudaba a minimizar el riesgo de incendio en la aeronave.
2. Para que estuviesen en condición ideal para circular en la luna, los neumáticos primero eran inflados en Tierra en una cámara de vacío. Cuando se sacaban de la cámara, las cámaras de aire en el interior del neumático sucumbían a la presión atmosférica de nuestro planeta, pero regresaban a su estado normal cuando la aeronave estaba en camino a la atmósfera de la Luna.
3. El neumático Goodyear XLT fue desarrollado para transportar cargas de 60 libras lunares, lo que equivale a 360 libras en la Tierra. Con esa carga, esos neumáticos de baja presión imprimían una huella más ancha y más plana que los ayudaba a fluir suavemente sobre la superficie lunar, además de pasar por piedras sin riesgo de perforación.
4. Los neumáticos Goodyear XLT tenían 40,64 centímetros de altura y 10,16 centímetros de ancho, pero pesaban – considerando el neumático y la cámara de aire – menos de 1,3 kilogramos.
5. Para resistir a un ambiente tan diferente como el de la Luna, los neumáticos lunares tenían que aguantar temperaturas que oscilaban entre -29,4 y más de 121 grados Celsius.