Continental ha desarrollado una solución para la conducción automatizada, basada en un sistema de cámara combinado que comprende una cámara infrarroja que mira hacia adentro y otra más que mira hacia afuera.
De esta forma, el sistema monitorea tanto al conductor, si es capaz de asumir la responsabilidad de conducir, así como la situación del tráfico frente al vehículo.
“Gracias al nuevo sistema de cámara, el vehículo y el conductor están constantemente conscientes el uno del otro. El humano puede estar seguro de que la tecnología no remite abruptamente la responsabilidad sin previo aviso, sino que esto se llevará a cabo de acuerdo con criterios claros y comprensibles», comentó Georg Binder, jefe de Estrategia y Planificación, unidad de negocios del Sistema Avanzado de Asistencia al Conductor en Continental.
La seguridad de los ocupantes es controlada con la ayuda de inteligencia artificial y algoritmos.
Con una amplia cartera de sistemas de cámaras, Continental ofrece varias opciones para implementar dicha función de acuerdo con los requisitos del cliente. Con la cámara «Road AND Driver» que se encuentra detrás del parabrisas del vehículo, encima del espejo retrovisor, se instala en la misma ubicación que la cámara existente, cuyo objetivo está dirigido a la carretera y proporciona los datos para sistemas avanzados de asistencia al conductor.
Las características de la nueva generación de cámaras deben contar con excelentes propiedades de visión nocturna y alta resolución de imagen, que ahora varía de uno a ocho megapixeles, así como una apertura de hasta 125 grados, lo que permite detectar objetos de tráfico cruzado. Además de los procesos convencionales de visión por computadora, se utilizan redes neuronales que se pueden escalar para que coincidan con el hardware disponible.
En combinación con una cámara interior que detecta la posición del conductor, la dirección de su mirada y la ubicación de sus manos con certeza, este sistema se considera un requisito previo para llevar automóviles con funciones de conducción automáticas a la carretera.
Esto se debe a que la conducción automatizada será posible solo cuando la transición entre los modos de conducción «automatizado» y «manual» sea segura y confiable. Los conductores deben poder confiar en que el vehículo entregará la responsabilidad solo cuando estén listos para aceptarlo.