El panorama energético global está evolucionando rápidamente, impulsado por tecnologías innovadoras y la necesidad de lograr modelos más sostenibles. En 2025, cinco tendencias clave están marcando el rumbo de la industria: baterías de iones de litio, soluciones de monitoreo remoto, edge computing, análisis predictivo y sostenibilidad.
Baterías de iones de litio
Este tipo de baterías son sumamente eficientes debido a su densidad de energía, eficiencia y ciclos de vida prolongados. Desde 2024 se ha observado un incremento en su aplicación, desde vehículos eléctricos hasta sistemas de almacenamiento de energía para edificios y hogares inteligentes.
Roberto Martínez, Marketing and Strategy Manager de Eaton CPDI México, indica que el desarrollo de baterías de nueva generación está permitiendo que los sistemas de energía sean más confiables y accesibles para el mercado.
La disminución en los costos de producción también está acelerando su adopción. Las investigaciones actuales buscan aumentar la sostenibilidad del ciclo de vida de estas baterías, incluyendo avances en reciclaje de materiales como el litio y el cobalto.
Estas innovaciones prometen reducir el impacto ambiental y garantizar la disponibilidad de recursos en el largo plazo.
Soluciones de monitoreo remoto
La gestión energética está siendo transformada por las soluciones de monitoreo remoto.
Estas herramientas permiten a los usuarios supervisar el consumo eléctrico en tiempo real, conocer condiciones ambientales, identificar ineficiencias y tomar decisiones informadas para optimizar el uso de recursos.
El acceso remoto también mejora la capacidad de respuesta ante posibles fallas o problemas operativos, minimizando tiempos de inactividad y costos de mantenimiento.
Edge computing
El edge computing está cambiando la modalidad operativa al acercar la capacidad de procesamiento de datos al punto de generación. En el sector energético, esta tecnología está permitiendo un análisis más rápido y eficiente de datos provenientes de dispositivos IoT.
Esta descentralización del procesamiento de datos mejora la respuesta ante eventos críticos, como fluctuaciones en la demanda eléctrica o cortes de energía inesperados, reduciendo la dependencia de centros de datos remotos.
Análisis predictivo
Al emplear recopilación de datos, modelos de aprendizaje automático y seguimiento a tendencias del sistema, esta tecnología permite anticipar patrones de consumo, detectar posibles fallos en infraestructura, evitando que vuelvan a ocurrir y optimizar alertas de notificación en sistemas de monitoreo.
Por ejemplo, en plantas de energía renovable donde la generación es intermitente, el análisis predictivo ayuda a estimar la producción en función de condiciones climáticas, maximizando el aprovechamiento de fuentes como el sol o el viento.
También se está utilizando para prever el desgaste de componentes en sistemas energéticos, lo que permite realizar mantenimientos preventivos planeados y prolongar la vida útil de los equipos.
Sostenibilidad como principio rector
En 2025 la sostenibilidad, además de una prioridad empresarial, es un mandato global. Las iniciativas enfocadas en reducir las emisiones de carbono y aumentar la eficiencia energética están tomando un papel central.
Tecnologías como la generación distribuida, que incluye sistemas solares y eólicos a pequeña escala, están ganando popularidad por su capacidad de descentralizar la producción y minimizar pérdidas en el traslado de energía hacia sitios remotos.
El compromiso con la sostenibilidad también está impulsando la transición hacia economías circulares, donde los residuos energéticos son reutilizados o reciclados para crear nuevos recursos.
Las empresas líderes están invirtiendo en infraestructura sustentable y promoviendo prácticas responsables en toda la cadena de valor.