Para reducir al 50% de las emisiones contaminantes de sus operaciones para el 2030, Coca-Cola FEMSA incorporó cinco vehículos 100% eléctricos a su flota durante el 2020: un camión para reparto con autonomía de hasta 300 km (un ELF 500 de Isuzu) y cuatro autos para las rutas de preventa que circula sin parar hasta 100 km.

La embotelladora informó que estos vehículos se integraron a diferentes rutas y Centros de Distribución en la Ciudad de México. “Así, estaremos contribuyendo a la disminución de ruido emitido y de las emisiones de gases contaminantes en una de las ciudades más transitadas del mundo. Estas acciones ratifican nuestra apuesta por el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles en favor del planeta”.

Por otra parte, en su operación de almacén, actualmente realiza pruebas con un montacargas eléctrico y su incorporación a las metas de desempeño.

En esta nueva etapa de compromiso ambiental para Coca-Cola FEMSA, al incorporar vehículos eléctricos a su flota, se cumple con uno de los proyectos clave que es la actualización de su flota de transporte de sus operaciones y rutas de reparto. “El objetivo es mejorar la eficiencia energética de nuestras operaciones y migrar hacia vehículos eléctricos para los próximos años”, subrayó la compañía.

Antecedentes

En conjunto con los principales fabricantes de vehículos eléctricos, Coca-Cola FEMSA inició desde 2017 la integración de proyectos de movilidad sostenible con marcas como Nissan, Kenworth, Freightliner, Renault, BYD, entre otros, para el desarrollo de diversos proyectos piloto para México y América Latina.

“Uno de los pilares de nuestra Estrategia de Sostenibilidad consiste en integrar energía renovable en las operaciones para reducir emisiones de carbono. En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, buscaremos que los vehículos eléctricos que vayamos incorporando a nuestras operaciones sumen a la generación de energía renovable en el planeta”.