La economía circular ofrece una ruta viable para reducir el impacto ambiental de la cadena de suministro, promover la sostenibilidad y responder a la creciente demanda de consumidores conscientes es el reto.
Las empresas que adopten este modelo no solo contribuirán a un futuro más verde, sino que también podrán beneficiarse de una mayor eficiencia y resiliencia en sus operaciones.
La cadena de suministro tradicional es una de las principales fuentes de emisiones de CO2, se estima que 90% de los gases de efecto invernadero provienen de este proceso.
En ese contexto CHEAP resalta la urgencia de adoptar modelos más sostenibles que reduzcan el impacto ambiental y promuevan un uso eficiente de los recursos.
Desde la extracción de materias primas, la transportación de productos, hasta su llegada al consumidor final, cada etapa en la cadena de suministro genera emisiones de gases de efecto invernadero, residuos y contaminación.
Tan solo en 2022, se estima que más de 37 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) fueron procedentes de la actividad industrial y los combustibles fósiles en el mundo.
Por una cadena de suministro verde, circular y sostenible
Uno de los mayores desafíos, es lograr la aceptación del mercado, ya que los consumidores y las empresas a menudo perciben los productos fabricados con materiales reciclados o reacondicionados como de menor calidad en comparación con los productos nuevos.
“Superar esta percepción requiere esfuerzos en educación y comunicación para demostrar los beneficios y la calidad de los modelos de economía circular. Los productos en estos modelos son una alternativa que puede ser más rentable a largo plazo que las opciones basadas en la economía lineal”, explica Samantha Rodríguez, Sr. Sustainability Manager Latam de CHEP.
No obstante, precisa que, crear un mercado de servicios circulares también presenta dificultades, ya que es necesario establecer una demanda que respalde la reparación, renovación y reciclaje de productos, adaptando los modelos empresariales existentes.
Además, invertir en la digitalización es crucial, ya que implica integrar nuevas tecnologías en sistemas tradicionales para gestionar el seguimiento de los productos y materiales a lo largo de su ciclo de vida.
“Utilizando herramientas digitales y análisis de datos, podemos comprender mejor los movimientos de activos, las ineficiencias y los patrones de comportamiento de los clientes, lo que nos permite crear cadenas de suministro más inteligentes y circulares”, resaltó.
América Latina a la vanguardia en cadena de suministro circular
De acuerdo con CHEP, la transición hacia una economía circular se presenta como una solución prometedora para la reducción de emisiones en la cadena de suministro.
Este modelo económico se basa en mantener los recursos en uso durante el mayor tiempo posible, extrayendo el máximo valor de ellos.
Un enfoque circular no solo reduce el impacto ambiental, sino que también puede generar beneficios económicos y sociales significativos.
En América Latina, la adopción de prácticas de economía circular en las cadenas de suministro está ganando popularidad.
Según una encuesta de EY, el 80% de los ejecutivos de grandes empresas en Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y México ya se encuentran invirtiendo en operaciones sostenibles. Asimismo, el 93% de las 250 empresas más grandes del mundo cuentan con programas de sostenibilidad.
Leyes más verdes en pro de la sostenibilidad
Para lograr consolidar un modelo de economía circular se necesita también del apoyo de instituciones que promuevan normativas relacionadas con el uso de residuos, estándares de producción y movimiento fronterizo de materiales.
Una reciente encuesta realizada por CHEP indica que el 70% de los encuestados considera que el gobierno y las autoridades nacionales son los principales responsables para la transición a una economía circular.
En tanto que el 47% considera que las empresas y el sector industrial pueden aportar a través del diseño de productos, la producción y el transporte de mercancías.
En Ciudad de México se aprobó recientemente la primera Ley de Economía Circular en el país, la cual establece las bases para la construcción de alternativas económicas que aprovechen los recursos sin generar deterioro ambiental, mientras mantienen el éxito de los negocios.