Desafíos y oportunidades de la Industria Automotriz ante el regreso de Trump

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A pesar del contexto político incierto, la industria automotriz mexicana sigue bien posicionada para capitalizar nuevas oportunidades, desde el fortalecimiento del comercio regional hasta consolidar su liderazgo en la producción de vehículos ligeros, pesados y de autopartes.

Así lo destacó Alberto Bustamante, director de la Asociación Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (ANAPSA), quien señaló que, con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la industria enfrentará retos derivados de posibles cambios en la relación trilateral con México y Canadá, en el marco del T-MEC, y de amenazas de imposición de aranceles.

Impacto de la industria automotriz en la economía mexicana

Bustamante resaltó que la industria automotriz sigue siendo un pilar clave de la economía nacional, representando el 4.7% del Producto Interno Bruto (PIB) y con un superávit comercial superior a los 107,000 millones de dólares, cifra que supera a las remesas y al turismo.

México continúa destacándose como líder mundial en la producción y exportación de vehículos, con una previsión de superar los 4 millones de unidades en la producción de vehículos ligeros en 2024. Además, las ventas de vehículos híbridos y eléctricos experimentaron un notable crecimiento del 74.7% en comparación con el año anterior.

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Comercio bilateral México-Estados Unidos

Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las exportaciones automotrices mexicanas, representando más del 88% de las exportaciones del sector.

Bustamante subrayó que la integración de la industria automotriz mexicana con la estadounidense es fundamental para el fortalecimiento de ambos países, a pesar de los desafíos planteados duarante la próxima administración de Trump.

“Hoy, el comercio bilateral entre ambos países alcanza los 738 mil  millones de dólares, con un superávit para México de 139 mil 579 millones de dólares, lo que refleja el crecimiento sostenido del intercambio comercial tras la entrada en vigor del T-MEC.

México sigue siendo el principal socio comercial de Estados Unidos en el sector automotriz y en otros sectores estratégicos. El 80.8% de los vehículos ligeros fabricados en México se exportan a Estados Unidos, cumpliendo con los valores de contenido regional establecidos por el acuerdo.

Desafíos por aranceles y competencia con China

A pesar de las amenazas de aranceles, similares a las planteadas por Trump en 2017, Bustamante destacó que las disposiciones paralelas del T-MEC han sido fundamentales para proteger las exportaciones mexicanas, permitiendo que las empresas del sector operen sin sufrir un impacto negativo considerable.

En este sentido, México ha logrado desplazar a China como el principal socio comercial de Estados Unidos en la industria automotriz, lo que representa una victoria estratégica en medio de la guerra comercial entre ambas naciones.

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El futuro del T-MEC y las oportunidades para la industria

Bustamante destacó que el T-MEC sigue siendo un motor clave para la competitividad de México, especialmente con las normas de contenido regional que favorecen la sustitución de importaciones de terceros países.

“A medida que las cadenas de suministro internacionales se reconfiguran y el nearshoring gana terreno, México continúa fortaleciendo su posición dentro del bloque comercial de América del Norte”, indicó.

Así, con la revisión del T-MEC prevista para 2026, se anticipan nuevas oportunidades para mejorar las reglas sobre vehículos ligeros, autopartes y temas laborales y energéticos, con un enfoque en la sostenibilidad y las energías limpias.

Finalmente, añadió que México, a través de la ANAPSA, ha implementado el programa del Sello T-MEC, que certifica a las empresas que cumplen con los requisitos de contenido regional, brindándoles acceso al padrón de empresas confiables de América del Norte y fortaleciendo su competitividad en la región.

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