Dada la predicción de lluvias torrenciales en al menos 14 de las 32 entidades federativas del país, es esencial que los propietarios de vehículos consideren la contratación de seguros que cubran daños por fenómenos hidrometeorológicos.

Así lo refirió la firma aseguradora AARCO, al indicar que de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), solo el 34% de los vehículos en circulación en México cuentan con un seguro adecuado que cubra daños por eventos como lluvias e inundaciones.

“Muchos propietarios de vehículos podrían enfrentar pérdidas financieras significativas en caso de daños causados por fenómenos naturales”, explicó Guadalupe Rincón, directora de siniestros de AARCO.

Esto no solo protegerá sus finanzas, sino que también garantizará la durabilidad y seguridad de sus automóviles.

Por su parte, Alejandro Sobera Biótegui, presidente del Comité de Automóviles de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac), ha subrayado la importancia de no agravar el riesgo al manejar bajo condiciones adversas, ya que esto podría invalidar ciertas coberturas de seguro.

“Proteger tu auto con un seguro adecuado no solo te brinda tranquilidad financiera ante posibles daños, sino que también asegura que puedas mantener tu vehículo en condiciones óptimas a pesar de los desafíos climáticos,” concluyó.

Principales daños por lluvias en automóviles

Se explicó que, entre los problemas más comunes, destacan el daño al sistema eléctrico del auto, ya que las lluvias aumentan la humedad considerablemente, lo que puede infiltrarse en la caja de fusibles, el cableado y la batería, afectando el funcionamiento de sistemas eléctricos vitales.

Además, circular a alta velocidad por charcos puede resultar en la entrada de agua bajo el vehículo, comprometiendo aún más las partes eléctricas y potencialmente causando daños que requieran reparación.

La carrocería y la pintura también sufren durante la temporada de lluvias. La suciedad acumulada en el pavimento se mezcla con la lluvia y se adhiere al vehículo, afectando los frenos y deteriorando la pintura y la carrocería, especialmente en las partes inferiores del automóvil.

Por ello, aparte del seguro, se recomiendan varias medidas preventivas, como reducir la velocidad en caso de lluvia intensa, mantener una distancia segura con otros vehículos, evitar cruzar charcos profundos y estacionar en áreas seguras durante eventos climáticos extremos.