La gestión de riesgos en la cadena de suministro adquiere mayor relevancia en tiempos de incertidumbre. El precio de la disrupción en la cadena de suministro puede ocasionar daños económicos equivalentes aproximadamente al 4% de los ingresos anuales.
Entre las consecuencias más comunes de las disrupciones se encuentran los retrasos en los plazos de entrega, el bloqueo de las rutas de suministro y el aumento de los costos de transporte.
De acuerdo con un estudio realizado por Miebach Consulting, el 94% de las empresas cuenta con procesos de Gestión de Riesgos en la Cadena de Suministro (SCRM, por sus siglas en inglés), aunque rara vez incluyen a toda la cadena de suministro en estos procesos.
Durante los últimos 12 meses, las empresas y sus cadenas de suministro han enfrentado desafíos extremos y situaciones sin precedentes, como el impacto del coronavirus, el conflicto en Ucrania, la inflación y la escasez de personal.
En la segunda edición del Estudio Global sobre Gestión de Riesgos en la Cadena de Suministros, la principal empresa líder en ingeniería de cadena de suministro identificó estos problemas.
Daniel Hernández, gerente de Proyectos de la compañía, mencionó que en la actualidad las cadenas de suministro tienen un 40% más de probabilidades de verse afectadas por disrupciones que hace tres años, y estas eventualidades pueden ocasionar daños económicos superiores a los 250 millones de euros o al 4% de los ingresos anuales de las empresas.
La gestión de riesgos en la cadena de suministro garantiza de manera demostrable la minimización del impacto que generan los riesgos, pero no puede reducir la probabilidad de que estas contingencias ocurran.
Para ello, se requieren medidas estratégicas que aumenten la resistencia de las cadenas de suministro a largo plazo y eliminen los riesgos.
El impacto económico de la disrupción en la cadena de suministro
Un proceso de SCRM completamente operativo puede reducir significativamente el impacto de un riesgo y los daños resultantes (al menos el 50% de los encuestados que utilizan SCRM lograron mitigar los impactos de los principales riesgos).
Para fortalecer su resiliencia a corto plazo, las empresas recurren a redundancias en el inventario o en las adquisiciones (doble o múltiple abastecimiento).
A largo plazo, planifican cambios estructurales en la cadena de suministro, como la reubicación cercana (nearshoring) o la apertura de nuevas ubicaciones.
El 75% de los encuestados afirma que desea seguir invirtiendo en su SCRM en el futuro. El enfoque se centra en una optimización global del proceso, no solo en mejoras selectivas.
En el estudio participaron alrededor de 300 expertos globales en logística y profesionales de cadena de suministro, incluyendo directores generales y responsables de compras de empresas de todos los sectores y tamaños.
La mayor participación por industria fue del sector de gran consumo, con un 20%, seguido por la industria de fabricación y alta tecnología con un 12%, la industria química y proveedores de servicios logísticos con un 10%, la industria automotriz con un 8% y el sector farmacéutico también con un 8 por ciento.