La falta de materiales, principalmente el acero balístico, es el mayor reto que enfrenta actualmente la industria del blindaje de vehículos en México.

Lo anterior lo señalaron directivos de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) y del Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB), quienes advirtieron que el blindaje de vehículos pesados ha aumentado a consecuencia del incremento de los robos.

“La mayor dificultad que tenemos las empresas blindadoras es el insumo del material; las empresas que tenemos stock desde antes de la pandemia sobreviven, pero las empresas que no tienen stock, tienen el tiempo de espera muy largo”, dijo Luis Sánchez, secretario de la Mesa Directiva del CNB.

Luis Sánchez, secretario de la Mesa Directiva del CNB.

Entrevistado por Magazzine del Transporte, Luis Sánchez explicó que, a raíz de la pandemia y de la guerra de Rusia con Ucrania, se ha dificultado la transportación de los materiales.

“Esos materiales vienen de Europa; por ejemplo, el acero viene de Suecia, el mejor acero balístico es el sueco”, señaló Sánchez, quien agregó que muchos otros materiales y componentes vienen de China.

José Eduardo Llanos Valderrama, vicepresidente de la AMBA, coincidió en que la falta de materiales es el mayor reto del blindaje.

“El mayor problema en el tema de la industria, no solo de la de camiones, sino de la balística, son los inventarios, la logística de suministro de productos es incierta”, consideró Llanos Valderrama en entrevista con Magazzine del Transporte.

El directivo comentó que la programación de las compras a proveedores ahora es incierta, porque ya no existe la certeza de que haya disponibilidad de materiales ni de transporte para los mismos.

Incremento en los costos

José Eduardo Llanos Valderrama, vicepresidente de la AMBA.

“Puede que no haya disponibilidad de donde viene esto porque están sobre vendidos, porque la guerra o porque no trabajaron; entonces, lo que nos ha tocado como reto es incrementar los inventarios de materias primas para poder atender la demanda, ese es un sobrecosto”, declaró el representante de AMBA.

Como consecuencia de la falta de insumos, se han incrementado los costos de los materiales, del transporte de los mismos y, por ende, el costo al usuario final.

“Nosotros hemos analizado que, entre un 15 y 20 por ciento, se incrementado el blindaje en general”, apuntó Luis Sánchez.

Blindaje de pesados al alza

A pesar del escenario de escasez de materiales y su consecuente incremento en los costos, el blindaje de unidades pesadas en nuestro país ha aumentado.

“El blindaje de tractocamiones ha crecido en los últimos años, por lo mismo de la inseguridad que atraviesa el país”, afirmó Luis Sánchez.

“Lo que se está volviendo común es que las compañías de seguros están exigiendo para ciertos tipos de contratos y mercancías, para que tengan derecho a un seguro es que tengan la cabina blindada”, dio a conocer José Eduardo Llanos.

El vicepresidente de la AMBA reconoció que los niveles de siniestros y de pagos están haciendo que las aseguradoras resulten muy afectadas, lo que ha incrementado el costo de las primas de seguros.

Blindaje como requisito

Entonces, para mitigar el riesgo, las aseguradoras están pidiendo, para cierto tipo de mercancías y trayectos, vehículos blindados.

“Cómo bien sabes, la caja, lo que va atrás, lo que transporta la mercancía realmente es un material muy ligero que no vale la pena blindar; lo que se blinda es la cabina, el tracto, precisamente para proteger al conductor”, expuso Llanos.

Y aunque, si bien no es obligatorio el blindaje para la adquisición de primas en el transporte pesado, sí es un plus para adquirir contratos de transporte.

“Tampoco es que les paguen muchísimo dinero, un diferencial en la tarifa porque sea blindado, se les paga muy poco o nada. El beneficio que tiene un transportista es tener acceso a unos contratos que no tendría por no tener unidades blindadas”, comentó José Eduardo.

La situación descrita implica para los transportistas una inversión muy fuerte, pues, además de comprar el tractocamión y el remolque o caja, debe hacer una inversión adicional en el blindaje.

“Entonces son tres cosas a financiar: el camión, la caja y el blindaje, eso ya se vuelve una inversión como de 200 mil dólares, son 4 millones de pesos que necesita para armar un tractor blindado con su caja”, consideró Llanos Valderrama.

El Bajío, la zona más peligrosa

Luis Sánchez agregó que el transporte de mercancías se ha vuelto tan peligroso, que ya incluso se considera no solamente blindar al camión, sino también proteger más al operador.

“La mercancía -continuó Sánchez-, la mayoría de las veces viene asegurada, pero lo que no se puede recuperar es la vida humana; entonces, ahí viene la importancia no solamente de blindar la cabina del tractocamión, sino también poner un chaleco antibalas al conductor”.

 El robo al autotransporte de carga ha crecido a mayor velocidad, sobre todo en el Bajío. De acuerdo con datos del CNB, en el primer semestre de este año se registraron mil 844 casos de robo en el Bajío, en los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.

Guanajuato ya se considera como el estado más inseguro en el Bajío para el autotransporte de carga.

Cifras del blindaje

Con respecto al blindaje vehicular, en el primer semestre de este año, AMBA reportó la manufactura de cerca de 700 unidades, lo que refrenda su liderato en México y ratifica su participación de mercado con el 65%.

Sin embargo, se registra una baja del 8% para esta organización, debido a la escasez de unidades nuevas por ausencia de chips y poco abasto del acero balístico, en su mayoría importado de Estados Unidos y Europa.

Esteban Hernández López, presidente de la AMBA, mencionó que, durante el primer semestre del año, el sector mostró una reducción de 8 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo de 2021. Del total de las compras de vehículos acorazados, los SUV ocupan el 92%, Pickups con 4%, Sedán 3% y tácticos 1%, mientras que tractocamiones no presentaron movimientos.

Para la segunda mitad del presente año, ante las condiciones adversas del escenario económico y de seguridad mexicanos, así como la recesión mundial, la AMBA no se anticipa a un estimado de crecimiento, aunque la tendencia podría cambiar en los siguientes meses.