Los retos para transitar a una movilidad más limpia y sustentable son diversos, por lo cual es necesario que el gobierno federal se sume con esquemas financieros y fiscales para impulsar la electromovilidad en toda la República Mexicana.

Nicolás Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), dijo que ya se han dado algunos avances en la Ciudad de México, aunque los beneficios ambientales deberían ser razón para que el gobierno federal aplique esquemas financieros y fiscales que permitan la transición.

En el seminario de Conuee sobre la electromovilidad en el transporte de pasajeros, el experto Gustavo Jiménez hizo un resumen de los vehículos eléctricos y su presencia en los sistemas masivos de transporte, así como los logros y objetivos de países como Colombia, Chile, Costa Rica, Alemania, China, Noruega y la India.

México no cuenta con un plan estructurado para la electromovilidad a corto plazo.

Nicolás Rosales, quien también es socio de CISA la operadora de Metrobús, recordó que en los años 50, el sistema lo proporcionaba directamente el Estado, luego se cambió al modelo hombre-camión, sin planeación a futuro. El sistema no se reguló y actualmente es “caduco, rezagado en muchos sentidos, tecnológico, medioambiental, en calidad de viaje, en sistemas de red, de infraestructura”.

En su opinión, sólo algunos organismos como la Red de Transporte de Pasajeros de la Ciudad de México (RTP), el Sistema Eléctrico de Transporte y Metrobús tienen una estructura sólida para enfrentar los retos de la movilidad. Metrobús, incluso, ha incorporado un vehículo eléctrico y a fin de año sumará otros nueve.

Gustavo Jiménez, director de la consultora e-Mobilitas, indicó que la reestructuración es un paso necesario, muy complejo. Para empezar que los transportistas tengan condición empresarial para acceder a créditos, como podrían ser algunos operadores de corredores en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Guanajuato que ya tienen empresas y pueden empezar a pensar en la electromovilidad.

“Hay varios apoyos para transporte, pero están desincronizados como son Protam, el Fondo de la CAME y otros. No hay una orquesta que ayude a identificar todos los fondos y estructurar un programa que realmente detone una transformación a la electromovilidad”, dijo.

Para avanzar hacia la electromovilidad hace falta mejor coordinación interinstitucional, mejor coordinación entre los entes de financiamiento al transporte y fideicomisos que incentiven a las empresas de transporte o transportistas individuales, así como la participación del gobierno federal.

También son necesarios nuevos modelos de negocios, en los que el vehículo pertenece a una empresa y un operador la arrienda y brinda los servicios en una solución que permite rentabilidad y sostenibilidad financiera.