El transporte farmacéutico reúne estrategias avanzadas que han demostrado su efectividad en la reducción de pérdidas, y mejoras en la seguridad de los productos transportados.
Estas prácticas pueden servir como modelo a otras industrias que dependen de la integridad de sus productos para garantizar calidad y rentabilidad.
Carlos Humberto Infante y Loya, fundador y director del Consejo de Administración para Kryotec, mencionó que el transporte farmacéutico ha alcanzado un nivel de sofisticación sin precedentes debido a la necesidad de mantener la estabilidad, seguridad y eficacia de medicamentos y vacunas.
Sin embargo, el desafío de la cadena de frío es crítico, ya que más del 50% de los productos farmacéuticos experimentan excursiones de temperatura debido a fallas en la logística, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Este problema no es exclusivo del sector salud. Industrias como la alimentaria, cosmética y de dispositivos médicos enfrentan desafíos similares en términos de conservación, regulación y optimización de costos.
Innovaciones
La logística farmacéutica ha perfeccionado la implementación de sensores de temperatura y sistemas de monitoreo, los cuales permiten detectar y corregir variaciones para garantizar la calidad de los productos.
En términos económicos, la implementación de innovaciones en logística mejora la seguridad y reduce los costos operativos.
El uso de rutas optimizadas, envíos consolidados y sistemas de refrigeración más eficientes puede representar ahorros significativos en industrias que dependen de la distribución a gran escala.
Además, la digitalización de los procesos logísticos ha sido un elemento estratégico para mejorar el cumplimiento normativo y la reducción de costos.
Tecnologías como el blockchain permiten un registro inalterable de cada etapa del transporte, garantizando transparencia y facilitando auditorías regulatorias. A su vez, la automatización en la gestión de inventarios y el uso de inteligencia artificial para la predicción de demanda ayudan a minimizar el desperdicio y optimizar recursos en toda la cadena de suministro.
“La clave está en cómo las empresas pueden integrar estas innovaciones en logística en sus propios procesos para garantizar la seguridad de los productos, reducir desperdicios y optimizar costos, al tiempo que cumplen con estándares regulatorios cada vez más exigentes”, concluyó Infante y Loya.