El mercado global de lubricantes sintéticos proyecta un crecimiento anual compuesto superior al 3% hasta el 2029. Este aumento en la demanda se debe a la eficiencia de estos fluidos para reducir el desgaste del motor y sus componentes.
A diferencia de los aceites minerales que se obtienen de la refinación del petróleo, estos modernos fluidos se «sintetizan» con procedimientos de ingeniería química.
Según la consultora Data Bridge Market Research, los lubricantes sintéticos están diseñados para proporcionar rendimiento y características superiores a los tradicionales.
Contienen aceites básicos y se les agregan aditivos que mejoran sus propiedades. Al no contener nitrógeno y tener menos azufre, disminuye los posibles daños en el motor.
Actualmente los lubricantes se fabrican con base en estándares globales de los organismos que avalan la calidad de los productos en la industria.
Desde 1930 el Instituto Americano del Petróleo (API) establece categorías para cada lubricante basadas en su nivel de servicio, rendimiento y su relación específica a un tipo de motor.
La última categoría que liberó la API es la SP, que se creó en 2020 para los nuevos motores con características para el cuidado del medio ambiente, según explicó Aarón Figueroa, Jefe del Área Técnica de Raloy Lubricantes.
El especialista señaló que en Raloy están a la vanguardia con su Centro de Tecnología Aplicada, ubicado en Santiago Tianguistenco, Estado de México.
“Nuestros ingenieros especializados trabajan en el diseño, formulación y pruebas de nuestros lubricantes sintéticos. Esta última categoría da origen a la familia de productos Raloy SYN-TEC PLATINUM Calidad API SP desde mayo de 2020.
«Nuestra visión, experiencia y conocimiento de más de 40 años en la industria nos permite fabricar fluidos con la más alta calidad y ser el fabricante de más del 55% de aceites sintéticos que se venden para motores a gasolina en México”.
Tecnología exclusiva de vanguardia
La tecnología sintética de los lubricantes Raloy Turbo SP está formulada con un paquete exclusivo de aditivos de alto rendimiento que proporciona una protección superior contra la degradación de la viscosidad y la formación de depósitos a altas temperaturas en el motor.
Además el aceite sintético presenta una menor volatilidad, lo que reduce su consumo, y garantiza un flujo más rápido a bajas temperaturas para un arranque más eficiente en frío
“Adicionalmente, nuestros lubricantes sintéticos protegen los nuevos motores de Inyección Directa de Gasolina (GDI) y Turbo GDI, en especial contra la pre-ignición a baja velocidad (LSPI).
Están recomendados para lubricar todos los motores a gasolina americanos, europeos, asiáticos y otros de última generación que requieran aceites con el nivel de servicio API SP, de acuerdo con el grado de viscosidad indicado en el manual del vehículo.
También cuentan con las especificaciones API SN Plus y cumplen con la NOM-116-SCFI-2018 que regula estos productos en México”, enfatiza el experto en lubricantes.
Inversión garantizada
Por último, aunque los aceites sintéticos tienen un costo inicial más elevado que los convencionales, la inversión resulta beneficiosa a largo plazo, ya que su rendimiento prolonga los intervalos de cambio de aceite y genera ahorros en mantenimiento y reparaciones.
Mientras que un lubricante mineral puede requerir cambios cada cinco o 10 mil kilómetros, un aceite sintético extiende este periodo hasta 16 mil kilómetros, prolongando así la vida útil del motor.