Ayer, senadores de Estados Unidos enviaron una carta a Mike Pompeo, secretario de Estado de aquel país, para que solicite a México que deje en claro las actividades esenciales para no afectar la cadena de suministro con aquel país.

Esta mañana, el canciller Marcelo Ebrard dijo que la misiva no es un asunto bilateral y que nuestro país continuará con el calendario determinado por el Consejo de Salubridad General, que eso es lo que guiará las acciones de México.

En la misiva los 11 senadores firmantes urgen al departamento de estado se coordine con el gobierno de México para clarificar la definición de los negocios esenciales para evitar disrupciones en la cadena de suministro de Estados Unidos, país que importa 346.1 mil millones de dólares de nuestra nación, según cifras de 2018.

Los legisladores advierten que particularmente se deben definir actividades esenciales para incorporar industrias como la de alimentos, médica, transporte, infraestructura, aeroespacial, automotriz y de defensa.

“Ambos países solo serán capaces de reducir el impacto económico de este desafío global al incrementar su coordinación, y garantizando el funcionamiento de la cadena de suministro”, señalan los senadores estadounidenses al final de la carta.

México, por su parte, no lo ha hecho más que en algunos negocios. Incluso la industria del autotransporte y automotriz, apoyados por cámaras como la Concamin, han reiterado el llamado al gobierno federal a incluirlos como actividades esenciales desde hace varios días.

El presidente de México, Andrés Manuel López, ha dicho antes que las plantas de manufactura de dichas industrias reiniciarían labores unos días antes que las de EU, pero eso era antes del 20 de abril. Después se pasó a la fase 3 por la pandemia del COVID-19 y esta definición de las actividades esenciales se ha aplazado aún más.