Se unen HELLA y BreezoMeter en soluciones de calidad del aire

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El objetivo de esta cooperación es generar datos confiables en tiempo real con información sobre la calidad del aire dentro y alrededor del vehículo, y ponerlos a la disposición del pasajero. El acuerdo servirá para ofrecer soluciones personalizadas para una gestión sanitaria activa con tecnología basada en la nube. 
 
La contaminación por partículas en los rangos que alcanzan hasta 2.5 micrómetros (PM 2.5) se vuelve de suma importancia, ya que son suficientemente pequeñas como para penetrar profundamente en el pulmón, donde se depositan y tienen la posible consecuencia de causar daños a la salud a corto y largo plazo.
 
Carsten Peterßen, gerente de ventas en HELLA indicó que, “Ahora gracias a esta colaboración estratégica con BreezoMeter, estamos combinando de manera valiosa nuestra experiencia en sistemas de sensores dentro de la industria automotriz, con importantes capacidades para gestionar datos en la nube”.
 
HELLA, empresa experta en iluminación y electrónica, ha desarrollado un sensor para medir en tiempo real el nivel de partículas al interior del vehículo, así como en el medio ambiente. Estos datos se enriquecen con información de BreezoMeter sobre otros contaminantes como monóxido de carbono (CO), ozono (O3), dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2) y PM10.
 
Derivado de sensores gubernamentales, satélites, información meteorológica, de tráfico y otras fuentes, BreezoMeter utiliza tecnología innovadora en aprendizaje automatizado, análisis de grandes cantidades de datos y modelos de dispersión de la contaminación para calcular los pronósticos de la calidad del aire en más de 67 países. 
 
Gracias a la solución en nube, más de 1.6 TB de datos de BreezoMeter son validados y organizados cada hora, se realizan 7.1 mil millones de cálculos compuestos y se generan 420 millones de puntos de datos geográficos con información sobre la calidad del aire. Los datos previstos se transmiten al vehículo a través de una interfaz y se procesan de forma centralizada dentro del mismo, para luego verse desplegados en su sistema de información. 
 
A partir de esta información, es posible mejorar el sistema automático de gestión de la calidad del aire en el interior del vehículo, y transformarlo de un sistema reactivo, a uno que mejorará proactivamente el nivel de protección a los pasajeros antes de que el vehículo entre en una zona contaminada.

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