Volvo Buses firmó un importante contrato para entregar 80 buses articulados a Subus, una de las mayores empresas de transporte público de Santiago de Chile.
La armadora de origen sueco y Subus tienen una estrecha cooperación y, a la fecha, la empresa cuenta con mil 108 unidades, casi todas ellas Volvo.
Los 80 buses articulados operarán como parte de la Red Metropolitana de Movilidad (RED), el sistema de transporte público de la capital chilena que está en renovación.
“Venimos brindando buses y soluciones innovadoras para la capital chilena desde 2005, cuando Santiago creó su sistema integrado de transporte público. Ayudamos a la ciudad a dar un gran paso adelante en la mejora de la movilidad urbana, con beneficios que continúan hasta el día de hoy”, dice Fabiano Todeschini, presidente de Volvo Buses Latinoamérica.
El chasis articulado B8RLEA de Volvo ofrece tecnología de punta, con electrónica de a bordo avanzada, frenos de disco y suspensión electrónicos, sistema de gestión de flotas de Volvo e I-Coaching.
Además, los administradores de flota pueden activar el sistema de control de velocidad automático de Volvo, que se conoce como Gestión de zonas.
80 buses articulados Volvo con carrocería Marcopolo
Los 80 buses son de entrada baja con capacidad para 180 pasajeros. Los chasises articulados serán producidos en la planta de Volvo en Borås, Suecia, y las carrocerías serán fabricadas por Marcopolo.
La RED de Santiago es uno de los sistemas de transporte público más grandes de América Latina. Actualmente cuenta con más de 5 mil buses en operación y alrededor del 30% son Volvo.
Todos los buses de la ciudad están conectados con el Metro de Santiago, el sistema de subterráneos, y MetroTren, el sistema de trenes.
“Al igual que en otras ciudades con un sistema de transporte organizado, somos conocidos por nuestros chasis y autobuses de gran capacidad”, explica Alexandre Selski, Director de Ventas Estratégicas de Volvo Buses en América Latina.
Este modelo de bus tiene el peor diseño interior, con asientos en la parte final demasiado estrechos. El aire acondicionado apenas funciona y qué decir de los USB que por poco los ponen en el techo. Una torpeza de diseño. Ojalá aprendieran a Caio.