Cummins participará con el Departamento de Transporte de Indiana (INDOT) para instalar y probar el primer tramo de carretera de carga inalámbrica para vehículos eléctricos pesados.

El proyecto, que tiene un precio estimado de 11 millones de dólares, busca instalar la nueva tecnología debajo de un tramo de un cuarto de milla de la autopista U.S. 231/U.S. Carretera 52 en West Lafayette.

La Universidad Purdue diseñó la tecnología que será instalada debajo del pavimento. Los equipos de construcción instalarán bobinas electromagnéticas debajo del pavimento que permitirán a los vehículos eléctricos con un receptor cargar sus baterías mientras se conducen por el sitio de prueba.

Se espera que la construcción inicie en las siguientes semanas y continúe hasta el otoño; algunos trabajos adicionales podrían durar hasta mayo de 2025.

Si bien se han realizado proyectos similares en otros estados y países, el proyecto de Indiana es el primero destinado a cargar vehículos eléctricos pesados y de pasajeros mientras viajan a velocidades de autopista, lo que requiere niveles de energía más altos, según Purdue.

Cummins se suma al proyecto de carga inalámbrica para VE pesados

Si los camiones eléctricos pudieran cargar en las carreteras, su alcance limitado podría ampliarse y sus baterías podrían reducirse de tamaño, lo que les permitiría transportar más carga, reduciendo significativamente los costos del uso de vehículos eléctricos para transportar carga, dijeron los funcionarios.

Cummins, que tiene su sede en Columbus y es el mayor empleador de la zona, planea probar la tecnología de carga inalámbrica de Purdue con un camión Kenworth T680 que ha sido modificado para ser completamente eléctrico, dijo la portavoz de la compañía Lauren Daniel.

El vehículo será uno de los dos camiones que Cummins desarrolló previamente para un proyecto financiado por el Departamento de Energía de Estados Unidos que utiliza carga inalámbrica estacionaria de alta potencia para demostrar una operación de 20 horas al día, dijo Daniel.

Los funcionarios apuestan por el desarrollo de carreteras electrificadas que podrían ayudar a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte, que representó el 29% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en 2021, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA).