Por Aurora Serrano González
En 1914 también era necesario transportar grandes cantidades de madera y productos derivados entre sitios lejanos y otros no tanto. La respuesta a esa necesidad vino de las manos de August Charles Fruehauf, un herrero y constructor de carruajes en Detroit, quien fabricó el primer semirremolque que sería jalado por un vehículo automotor.
Del nacimiento de esa nueva industria ya se cuenta más de un siglo y, en México, se calcula que el parque vehicular es de 200,000 remolques más modernos que aquel, con placas federales, aunque no existen estadísticas fiables de cuántos cumplen la NOM-035- SCT-2-2010.
Salvador Saavedra, vicepresidente en la Rama industrial 105 de Canacintra, considera que dicha norma sigue siendo vigente en su demanda de tecnologías obligatorias como el sistema antibloqueo para frenos, tiempos de frenado, sistemas de iluminación, suspensión, cinta reflejante, llantas, entre otros elementos para unidades con Peso Bruto Vehicular superior a 14,000 kg.
Amplio conocedor de la normativa del transporte, señala que un remolque hecho en México cumple con las especificaciones de EU y podría entrar prácticamente sin problemas a aquel país, aunque el comercio Internacional típicamente se hace con remolques americanos.
«El remolque es donde está tu productividad de carga, tienes que hacerlo lo más grande y más ligero para una máxima capacidad; es mentira que le bajen peso al remolque para ahorrar combustible
Lo prioritario es hacerlo adecuado a la operación de cada empresa», subraya el también integrante del TMC México.
Cadena de normas
María de los Ángeles Fromow, investigadora de la UNAM, sostiene que hay más de 500 instrumentos que regulan el transporte con nueve tipos de documentos diferentes y no existe claridad de su eficacia ya que algunas, incluso, entran en contradicción. Tampoco se observan resultados de su correcta y total aplicación.
La Ley Federal sobre Metrología y Normalización dice que las NOMs deben ser revisadas cada cinco años a partir de su vigencia y la NOM-035 data de diciembre de 2010. No obstante, las especificaciones de seguridad para remolques y semirremolques es base de la actual NOM-012 de pesos y dimensiones.
Salvador Saavedra participó en la renovación de ésa última. Afirma: «Insistimos que en el cuerpo de la norma dijera de entrada que quienes transitan con doble semirremolque deben cumplir con la NOM-035 y eso implica que los remolques y los dollies que se usen para configuración doble cumplan los requerimientos adicionales a uno sencillo».
Sólo por mencionar algunos indica: Un tractocamión debe pasar energía eléctrica a un dolly y a un doble semirremolque
a las últimas calaveras y a los últimos ABS para que funcionen y debe tener forma de verificar que sí lo está logrando. Los vehículos deben estar equipados con cables de calibres de un tamaño tal que llegue la energía perfectamente. Las especificaciones en ambas normas son muy precisas.
La situación es que no existe la seguridad de que todo poseedor de un semirremolque las cumpla, «a lo mejor el 30% no lo hace, aunque entreguen su documentación y tengan placas federales», dice Saavedra.
La aplicación de la Ley cambiaría el panorama
El ingeniero Saavedra hace un pequeño monólogo para resumir el problema: «¿Hay remolques que no cumplen con la Norma?, sí. ¿Lo hemos denunciado ante la SCT?, sí. ¿Ha hecho algo la SCT?, no; su gran excusa es que no tiene suficiente personal, equipo o dinero o atribuciones para hacer su chamba».
Aunque la evolución es imparable y la tarea de normar se vuelve como la leyenda griega en la que un hombre debía empujar una enorme piedra cuesta arriba, en una pendiente, y antes de coronar la cima, la piedra rodaba de nuevo hacia abajo y Sísifo debía empezar de nuevo su penoso castigo.
La reforma a una Norma lleva tres años, en promedio, mientras las tecnologías avanzan a pasos agigantados. Ninguna norma regula, por ejemplo, sistemas de frenado autónomo de los vehículos pesados, de aviso al conductor, de prevención de salida de carril y otros más que admitirán los vehículos con tecnología Euro VI-EPA 10 desde el 2020.
No obstante, algunas armadoras ya ofrecen en México las nuevas tendencias para remolques como faldones y extensiones traseras y sistemas de telemetría que contribuyen a la seguridad de la carga y de los vehículos.