Transporta Thermo King productos del mar siempre frescos

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El control de temperatura es clave para abastecer la demanda en México de pescados, mariscos y diversos productos del mar, en especial porque el 89.7% de la población profesa la religión católica y durante la Cuaresma y la Semana Santa, se incrementa el consumo de estos productos.
La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) estima la comercialización de poco más de 320,000 toneladas de productos pesqueros y acuícolas con un valor aproximado de 22,000 millones de pesos, por venta al público durante la Cuaresma 2017.
Según cifras del Grupo Técnico de Pérdidas y Merma de Alimentos de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, México desperdicia al año el 37% del total de los alimentos producidos, equivalentes a 10,000 toneladas. Entre la merma, se encuentra el 54% de todo el pescado y marisco, debido a su descomposición por manejo operacional incorrecto, transporte inadecuado, así como insumos y equipo incompatible.
“La cadena de frío, además de ser un desafío actual en esta industria, es también un aspecto crítico del negocio. Debe obedecer a la logística de distribución de alimentos perecederos, ya que su transporte exige temperaturas controladas”, afirma José Carlos Gómez, Gerente Nacional de Ventas Thermo King México.
La cadena de frío es el proceso y logística aplicada durante la distribución, transporte, manipulación, conservación y almacenamiento donde se cuidan las condiciones óptimas de luz y temperatura, en este caso de alimentos para el consumo humano.
De acuerdo con Thermo King, marca líder a nivel mundial de transportes con sistemas de temperatura controlada y con experiencia de más de 75 años en la industria de distribución de alimentos, para que todo este proceso sea exitoso, es necesario cuidar algunos aspectos:
Contar con la temperatura adecuada en el momento de la carga al transporte refrigerado para alimentos, para la correcta conservación de alimentos perecederos.
Mantener en perfecto estado la cámara refrigerante del vehículo, con la finalidad de proteger a los alimentos del calor que pudiese existir en el exterior.
Tener un método adecuado de descarga en el punto de llegada, especialmente con referencia a la duración y frecuencia de las aperturas de puertas de la cámara refrigerante y procurar que la descarga se realice en el menor tiempo posible.
Conservar adecuadamente la caja isotérmica y el sistema de refrigeración. Contar con unidades refrigeradas de transporte con tecnología de última generación como las bobinas con condensador de microcanal en lugar de las tradicionales bobinas de tubo y aleta.
Contemplar sistemas de control de temperatura de transporte construidos para recorrer grandes distancias, no importando el tipo de transporte -ferrocarril, marino, camión o remolque.
Hacer uso de soluciones comprobadas para el mantenimiento y control que la industria alimenticia exige para la correcta entrega de perecederos.

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