Michelin presenta la primera llanta de carreras conectada al motor con un sensor integrado para el Campeonato FIA de Fórmula E 2019/2020, con lo cual Michelin continúa fomentando la innovación que lo ayudará a alcanzar sus objetivos relacionados con la sustentabilidad, seguridad mejorada, así como la expansión de la movilidad eléctrica, acelerada y conectada.

La Fórmula E le permite a Michelin poner a prueba nuevos materiales enfocados en condiciones extremas para ratificar las opciones de diseño, que hacen un uso más eficiente de los recursos, al mismo tiempo que ofrecen un alto rendimiento y eficiencia energética a lo largo de la vida útil de las llantas. El objetivo es disminuir el impacto ambiental, extender la vida útil y reducir el consumo de energía.

Un ejemplo concreto es la llanta Michelin Pilot Sport, fruto de más de cinco años de minuciosa investigación. No solo es más ligera y más eficiente que sus predecesores, sino que también tiene muchas características en común con las llantas de carretera. Este modelo se destaca como la llanta de Fórmula E más exitosa hasta la fecha. En comparación con la llanta de la temporada 1, el ahorro de tiempo por vuelta ha sido de varios segundos en algunos circuitos.

 La experiencia de Michelin de baja resistencia al rodamiento, o llantas “verdes” se remonta a 1992 y la introducción de la Michelin MXN, cuyo compuesto, por primera vez, incorporó sílice, lo que hizo que se necesitara menos energía para mover el vehículo. 

Desde entonces, Michelin ha seguido innovando a favor de una movilidad más limpia. 

Las llantas representan entre el 20% y el 25% de la energía consumida por los autos de carretera. La llanta Michelin Pilot Sport EV2 Fórmula E, de segunda generación, marcó una mejora de la resistencia en el rodamiento del 16%. La Michelin Pilot Sport de generación actual continúa impulsando el progreso en esta área clave, al aumentar la eficiencia energética sin perjudicar el rendimiento, ni la seguridad del conductor.