Para cambiar una llanta ponchada es indispensable tener el conocimiento básico y contar con las herramientas adecuadas para lograrlo sin ayuda de un tercero, sobre todo en temporada de lluvias, por lo cual Goodyear recomienda seguir estos siete pasos.
Uno, estacionar el vehículo a la orilla del camino sin afectar el tráfico normal de la vía; dos, activar el freno de mano para que el vehículo no ruede; tres, comprobar que tenemos un gato y su correspondiente palanca, una llave de cruz que coincida con la medida de las tuercas de las llantas y un juego de guantes para mantener limpias nuestras manos.
Cuatro, aflojar las tuercas de la llanta ponchada, si están muy duras nos podemos parar sobre la llave de cruz, no quitarlas antes de levantar el vehículo, tener a la mano la llanta de refacción la cual si está muy pesada se puede usar una cuerda para jalarla o moverla.
Cinco, al ubicar el gato cerca de la llanta ponchada hay que asegurarse que esté debajo del lateral, de tal forma que el vehículo no vaya a liberarse o resbalarse del mismo. En este paso hay que levantar la unidad hasta una altura en la que se pueda retirar fácilmente la llanta, retirar las tuercas del neumático ponchado, ponerlas en un lugar seguro y proceder a retirar la llanta ponchada.
Seis, al colocar la llanta de refacción hay que atornillar las tuercas. Siete, bajar lentamente la unidad accionando el gato hidráulico y apretar nuevamente las tuercas para que queden bien fijas. No es necesario guardar todo organizado, ya que eso se podrá hacer después con más tiempo y ayuda.
La compañía añade que posteriormente a una ponchadura hay que buscar el taller de servicio o vulcanizadora más cercano para reparar la llanta y volverla a montar porque la refacción es solo una ayuda en lo que logramos repararla. Finalmente, se puede solicitar que en el taller pongan la llanta de refacción en su lugar y continuar nuestro viaje con la confianza de saber que podemos superar una emergencia semejante o apoyar a alguien más.