Proceso para electrificación del transporte de carga

Proceso para la electrificación del transporte de carga

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Como parte del Programa Transporte Sustentable, la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), dio a conocer un estudio sobre las oportunidades, desafíos y el proceso de electrificación del transporte de carga y de última milla en México.

El documento elaborado en 2021 con participación de Semarnat y el Centro Mario Molina, entre otros organismos, se presenta como una exploración y considera las políticas públicas que puedan promover el proceso de la electrificación.

Así el estudio se enfoca en una revisión de experiencias internacionales y en el análisis del contexto mexicano para la electrificación. Aquí se presenta una síntesis.

GIZLa penetración de la electromovilidad para la logística, según el resumen ejecutivo, se depende de un costo total de propiedad competitivo con respecto al diesel y a la suficiente dotación de infraestructura de carga de acuerdo con el rango de operación requerido.

En este sentido, los vehículos de última milla son los primeros candidatos para la electrificación entre los vehículos comerciales.

Se destaca la posibilidad de carga en horarios nocturnos sin necesidad de cargas intermedias durante la operación.

Los bajos costos de electricidad de los horarios nocturnos y los menores costos de equipo para cargadores lentos facilitarían esta adopción.

Los vehículos pesados de carga que viajan en distancias interurbanas tienen la ventaja de que la gran mayoría de estos recorridos se hacen por carreteras principales, lo que permitiría concentrar las estaciones de carga en dichos corredores.

Adicionalmente es posible pensar en recargas durante los tiempos de descanso obligatorio de los conductores.

No obstante, se comprueba que los vehículos pesados presentan retos adicionales que no existen en una flota de menor dimensión y escala.

Se requieren estaciones de mayor tamaño, adaptaciones especiales en la red eléctrica local y mayor potencia de carga.

Proceso para electrificación requiere inversiones

El impulso a la electromovilidad presenta, en todo caso, retos específicos que actúan como barreras para que el sector privado realice inversiones iniciales de capital.

La implantación de la infraestructura de carga requiere inversiones a nivel de las redes eléctricas, además de la adquisición de nuevas tecnologías.

Por esta razón, se requiere un fuerte protagonismo de los gobiernos para que establezcan incentivos, promuevan inversiones y desarrollen un marco normativo adecuado.

En México la actividad relacionada con el transporte de carga representa alrededor de 3.3 % del PIB.

Parque vehicular carga

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Hay 1.14 millones de camiones de diferentes características y tipos de servicio. El 40 % de la flota supera los 20 años de antigüedad, lo que demanda reemplazos sin dilación.

En materia de infraestructura de recarga se han hecho algunos avances con el Programa para la Promoción de la Movilidad Eléctrica (PEII).

Potencial para la electrificación

Al cierre del año 2020 ya se habían instalado 87 puntos de carga de nivel 2 distribuidos entre Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara; además de 13 de carga rápida.

En la actualidad, la Ciudad de México concentra el 22 % de los puntos de carga del país, y se está trabajando también en la instalación en corredores interurbanos como el Puebla-Guadalajara o el Saltillo-Monterrey-McAllen.

“Hemos propuesto una serie de medidas de coordinación para enfrentar la fragmentación de los actores, entre las cuales se destaca un mecanismo organizacional dentro de la Alianza por la Electromovilidad en México

Además, un comité de coordinación que apoye a los líderes de la movilidad eléctrica y que el proceso pueda replicarse a nivel local. plan electrificación

Es necesario impulsar la transferencia de conocimiento sobre flotas eléctricas y promover la creación de fideicomisos locales de participación público-privada”.

El proceso de electrificación requiere políticas públicas que, de acuerdo con GIZ, son:

  •  Focalizar la intervención en el corto plazo en la electrificación de los vehículos livianos para el reparto urbano.
  •  Elaborar planes de asistencia financiera y técnica para el recambio escalonado de la flota según su antigüedad.
  •  Impulsar la colaboración entre el sector público y el privado para la generación de capacidades de inversión en tecnología, así como I+D para el desarrollo de nuevas soluciones de carga y almacenamiento.
  •  Establecer medidas localizadas que sean al mismo tiempo un incentivo hacia la electrificación y un desincentivo al mantenimiento de la flota de combustión…
  • Fortalecer la multimodalidad y el traslado de la carga a vehículos más livianos para cubrir la distribución de última milla.
  • Identificar las zonas prioritarias para la instalación de puntos de recarga en centros logísticos o en otros puntos de la ciudad o la carretera como los estacionamientos.
  • Ofrecer beneficios impositivos diferenciales para la adquisición de vehículos eléctricos, híbridos o de hidrógeno, dependiendo del caso.
  • Establecer criterios de green procurement en las licitaciones y contratos de equipamiento para agencias gubernamentales o sus contratistas y proveedores

 

 

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