En comparación con el año 2010, Volkswagen Caminhões e Ônibus (VWCO), ya ha logrado disminuir en un 70% las emisiones de CO2 al año en la planta de Resende, Brasil.

En paralelo, se trabaja en aumentar el reciclado de los residuos generados por la fábrica y minimizar el consumo de agua, además de tratar el 100% de sus efluentes. Parte de los avances en el proceso de reducción de emisiones se atribuye a los últimos ciclos de inversión de Volkswagen Caminhões e Ônibus. También se debe a la compra de energía originada en fuentes limpias.

“Lógicamente, esto tiene mayores costos, pero la responsabilidad ambiental es la base de toda nuestra operación. En otras áreas desarrollamos un trabajo fuerte de concientización que, por sí solo, resultó en un consumo de energía 15% menor”, aseguró Adilson Dezoto, vicepresidente de Producción, Logística y Calidad Asegurada de Proceso de la Planta en Resende.

Los recursos se aplicaron para aumentar el reciclaje de residuos. En 2015, ese nivel estaba en el 51% y con los nuevos procesos industriales que facilitan la separación y la selección, en 2018, la empresa cerró el año con el 71% de ese material destinado al reciclaje.

Volkswagen Camiones y Buses también promueve el uso consciente del agua, a través del monitoreo del consumo para garantizar que no haya desperdicios, reduciendo el volumen y utilizando sustancias más eficientes. Y, al final de la línea de producción, está la estación de tratamiento de efluentes que Volkswagen Camiones y Buses tiene para asegurar que el agua llegue limpia al Río Paraíba del Sur, que abastece a la región.

“Nuestro objetivo es reducir el consumo de agua en todos los procesos. Un cambio simple, pero eficaz, en una de nuestras actividades, por ejemplo, nos ha permitido dejar de consumir cerca de un millón de litros de agua al año “, afirmó el ejecutivo.