El grupo automovilístico Stellantis informó la suspensión de su producción en Rusia, derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

“Dado el rápido aumento diario de las sanciones cruzadas y las dificultades logísticas, Stellantis ha decidido suspender sus operaciones de fabricación en Kaluga para garantizar el pleno cumplimiento de todas las sanciones cruzadas y proteger a sus empleados”, comentó Stellantis en un breve comunicado.

“Stellantis condena la violencia y apoya todas las acciones capaces de restablecer la paz”, concluyó el grupo.

Stellantis se suma así a otras marcas de vehículos que han suspendido operaciones en Rusia: la japonesa Toyota, por ejemplo, suspendió su producción en Rusia, la francesa Renault suspendió sus actividades de la planta de Renault en Moscú, la alemana Volkswagen paró la producción de vehículos en Rusia “hasta nuevo aviso” y la estadounidense Ford anunció la suspensión de todas sus operaciones en Rusia.

Donación de Stellantis

Cabe recordar que, el pasado 3 de marzo, Stellantis, a través de su Fundación, se comprometió a aportar una ayuda humanitaria de un millón de euros para apoyar a los refugiados y civiles ucranianos desplazados por el conflicto bélico.

En estrecha relación con el “head of operation” en Ucrania, Stellantis se apoya en una ONG local para ayudar a los refugiados y civiles en Ucrania, para utilizar este fondo.

“Stellantis condena toda violencia y agresión y, en este tiempo de dolor sin precedentes, pone la salud y la seguridad de sus empleados ucranianos en el centro de sus prioridades”, afirmó entonces el CEO de Stellantis, Carlos Tavares.

“Una agresión que ha sacudido un orden mundial ya alterado por la incertidumbre. La comunidad Stellantis compuesta por 170 nacionalidades contempla con consternación la huida de los civiles del país. Aunque la magnitud de las consecuencias aún no es evidente, el saldo humano es insoportable”, añadió Tavares.