La crisis de los semiconductores, los cambios en las cadenas de suministro, los factores políticos y el cambio de paradigmas en la movilidad, son algunos de los factores que complican el escenario y las perspectivas de la industria automotriz global.

Lo anterior lo explicó Francisco Bautista, socio líder de Movilidad y Manufactura Avanzada de EY Latinoamérica Norte, al impartir la conferencia “Perspectivas de la industria automotriz en México”, realizada hoy.

Escenario actual

Bautista expuso el escenario actual de la industria automotriz, enfatizando el panorama de México, que ha tenido una recuperación lenta: “Ha sido realmente duro el impacto; se vislumbraba un rebote importante por la necesidad del mercado, sin embargo, hemos tenido retos como los semiconductores, como el tema de la cadena de suministro, que nos han pegado de manera significativa”.

El especialista reconoció que México sigue teniendo fortaleza y ventajas competitivas para la manufactura y para la exportación; sin embargo, identificó riesgos para la industria, como la introducción de nuevas tecnologías, que requiere una mano de obra capacitada; además de la incertidumbre política a nivel global.

“Fuera de la producción de pick-ups y SUVs, que hoy presentan un crecimiento contra datos de 2019, en todos los demás sectores hemos sufrido pérdidas. Esto obedece a la estrategia de las grandes automotrices de enfocarse en los productos más rentables y de mayor crecimiento”, afirmó.

Cadena de suministro

En el tema de la cadena de suministro, Francisco Bautista advirtió que “estamos viendo escenarios para los que nunca planeamos”. Dio a conocer, por ejemplo, que el transporte marítimo ha tenido incrementos elevadísimos, por lo que las compañías navieras se enfocan en las rutas más rentables.

Esta situación en la cadena de suministro afecta a toda la industria automotriz con su modelo “just in time”, al respecto, el directivo explicó: “Las automotrices cancelaron las órdenes que tenían para la compra de semiconductores y, en ese momento, la industria de electrónicos, ciertos bienes de consumo que utilizan semiconductores, empezaron a tener un boom y un crecimiento importante”.

“De ahí se desarrolla que es mucho más rentable esa industria, la de los productos electrónicos y bienes de consumo que la automotriz y entonces ya no hay capacidad para suplirle los semiconductores a la industria automotriz”.

A lo anterior hay que sumarle incremento en los precios del acero y el aluminio, factor que se agrava con el conflicto entre Rusia y Ucrania, que son grandes productores de dichos insumos.

“No se ve una solución a corto plazo, y no se va a dar en el corto plazo; muchos hablan que, a finales de este año, yo no veo una solución hasta el segundo semestre del próximo año”, consideró Bautista.

Consecuencias y tendencias

El socio líder de Movilidad y Manufactura Avanzada de EY Latinoamérica Norte comentó que la escasez de los semiconductores y su afectación en la cadena de suministro para la industria automotriz, traerá consecuencias tanto a corto, mediano y largo plazo.

En el corto plazo los fabricantes de automóviles han detenido o desacelerado su producción temporalmente; a mediano plazo se vislumbra un cambio en los contratos de los fabricantes con los proveedores para lograr una mayor visibilidad a largo plazo y una mejor planeación de la capacidad.

En el largo plazo se estima que la fabricación de los semiconductores se realice de manera local, para reducir la dependencia de proveedores extranjeros; además, se buscará un suministro alternativo para los requerimientos de semiconductores.

Otro elemento que afectará a la industria automotriz es el cambio de paradigma en la movilidad. El especialista expuso que la industria enfrenta ahora una disrupción en los patrones de consumo y preferencias de los consumidores.

En manufactura se prevén modelos más resilientes y flexibles en la cadena de suministro; mientras que en el transporte se intensifican los cambios en los patrones de movilidad, con un impulso destacado en los modelos de “Mobility as a Service (MaaS), desplazando el deseo de propiedad de vehículos contra la preferencia por la operación y/o usufructo.